Dulce María González Doreste, catedrática en Filología Francesa, participa en una línea indagadora que aborda la educación recibida en la Edad Media, en el Instituto Universitario de Estudios Medievales y Renacentistas (IEMYR). Para ello, utiliza tratados, en la mayoría de los casos, escritos por hombres, pero destinados al género opuesto. “Le estoy dando prioridad porque hay mucho material, me parece muy interesante”, asiente. Esta investigación cuenta con la colaboración del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres.
Desde la época crecen las raíces del machismo. En el transcurso de la pesquisa afirma haber encontrado muchas coincidencias con la actualidad. Y añade que hay ciertos rasgos de la misoginia que provienen de esta etapa histórica. Hoy día, subsisten estereotipos, “por ejemplo, el de que la mujer está mejor callada, la castidad o el cuidado propio en términos de belleza”. He ahí una de las razones de su especial interés en este estudio.
Las nuevas tecnologías le ayudan en su análisis, pues, como ella misma comenta, es más fácil el acceso a museos, archivos o bibliotecas. “Están a un toque de tecla”, declara. La docente manifiesta que trabaja con unos 300 manuscritos, de media, y, en la práctica, los tiene todos a su alcance. Además, simpatiza con la visibilidad que le proporciona la red para la difusión de los proyectos y su apertura a numerosos campos. “Los estudiantes egresados se interesan cada vez más por este período gracias a la disposición que ofrece”, completa como ventaja.
La anterior semana coordinó el XXVI Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas que celebra el IEMYR. En esta ocasión, el tema principal fue la música y la danza en la Edad Media. En él participaron especialistas de reconocido prestigio, de universidades tanto de dentro como de fuera del país. El acto de clausura tuvo lugar en San Juan de la Rambla. Tras el cierre, disfrutaron de una visita guiada por el patrimonio de la zona y por el Teide. “Los invitados se fueron muy satisfechos”, comenta. «Les gustó la confluencia de distintos expertos con un debate muy animado en un clima de amistad”.
Por otro lado, mantiene su actividad con la celebración de cursos. Con ellos se fomenta la divulgación de todo el mundo medieval, bajo las diferentes perspectivas. En el Instituto llevan 25 años, sin interrupciones, impartiéndolos al alumnado de forma abierta. Desde el centro se invita a los alumnos a dar conferencias, especialmente quienes realicen un trabajo de fin de máster y hayan escogido un tema en relación con el curso impartido.
Su tiempo se divide entre su investigación y el análisis de la relación entre el texto y la imagen en manuscritos del Medievo en obras de literatura francesa.