Carlos Santamaría, un niño de nueve años, cursa Química en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a la vez que primaria. Con tres años ya sabía leer, y tan solo dos después comenzó a interesarse por la química. Según cuenta su padre, «desde los cinco años era capaz de asimilar un libro completo de ciencia de nivel secundaria, y aprendió la tabla periódica en un par de semanas”.
A pesar de quedarse dormido en el colegio, Carlos sacaba muy buenas notas. “Ninguna materia me costaba trabajo, pero tampoco me gustaban. Me aburría mucho”, admitió el joven universitario. Así que sus padres empezaron a buscar centros que acogieran a su hijo, pero, tras no encontrarlos en el país, decidieron ir a Valencia. Aquí, en España, una profesora de química, jefa de un laboratorio en Alboraya, comenzó a tratar temas científicos elevados con Carlos. Fue entonces cuando la docente valenciana aconsejó a la familia que probasen suerte de nuevo en México.
Y así lo decidieron. Los padres del niño contactaron con la UNAM. En el examen de admisión, el pequeño dejó muy impresionado al doctor de ciencias químicas, Eduardo Rodríguez de San Miguel, a quien solo le bastaron 15 minutos para aceptarlo en el diplomado. Carlos Santamaría continuará en primaria, pero a través de un programa online ofrecido desde España. Deberá entregar ejercicios trimestrales y presentarse a un examen final que tendrá lugar en la embajada. De esta manera, podrá seguir cursando el título de Química en México.
