Antonio Martinón, rector de la Universidad de La Laguna, comenzó puntual la ronda de recibimientos a los asistentes a la conmemoración del 225 aniversario de la ULL. Ataviado con la indumentaria académica color negro que le identifica como cabeza de la Institución, socializaba en la puerta del Edificio Central con los doctores, miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las autoridades que se iban acercando al vestíbulo. Entre otros: José Segura, doctor en Ciencias Químicas y exalcalde de la ciudad de La Laguna. Radiante, no ocultaba su satisfacción: “¡Hoy toca estar aquí!”. Junto a él, también complaciente, José Alberto Díaz, el actual regidor de la Corporación lagunera.
El senador del Partido Popular por Tenerife, Antonio Alarcó, doctor en Medicina y en Ciencias de la Información, fue otro que no se perdió el acontecimiento, corre corre escaleras arriba con la toga en una percha. Mientras, Aurelio Abreu, vicepresidente del Cabildo de Tenerife, bromeaba con el rector y se presentaba, debido a la ausencia de Carlos Alonso, como presidente en funciones del Cabildo. Tocaba. Asimismo, se acercaban a la institución de San Fernando los expresidentes del Ejecutivo canario: Manuel Hermoso, Paulino Rivero y Román Rodríguez, además, portavoz parlamentario de Nueva Canarias.
El presidente Fernando Clavijo y Carolina Darias, presidenta del Parlamento autonómico, fueron los últimos en ser recibidos por el magnífico cinco minutos antes de iniciar el cumpleaños feliz…
En los corrillos previos al comienzo del acto conmemorativo, se hablaba con admiración de Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO, encargado de dirigir la conferencia El papel de la Universidad ante los retos globales. Y no defraudó.
Marisa Tejedor, por su parte, presidenta del Comité Organizador de los 225 años, cuidó todos y cada uno de los detalles que hicieron del evento una cita especial, acorde a la importancia del momento y respetando lo que representa y significa la Universidad de la Laguna.
Una vez en el interior del Paraninfo, la entrada solemne de la comitiva dio paso al comienzo de una ceremonia llena de propósitos, alegría e ilusión. La esperanza que no falte.
Texto y fotografías: Cristina Magdaleno y Maco Romero