Fundación Universia y la consultoría Indra han seleccionado recientemente los tres planes que forman parte de la segunda convocatoria de ayudas a proyectos de investigación aplicada al desarrollo de tecnologías accesibles. En total, más de 70 grupos académicos han participado en el llamamiento, que tiene el fin de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.
La primera iniciativa, SmartLazarus, surge en la Universidad de Salamanca. Esta versa sobre un sistema inteligente para invidentes que permite su guiado en espacios interiores. Basado en una plataforma que se alberga en la nube, su acceso puede realizarse desde cualquier dispositivo o navegador a la vez que cuenta con un motor de localización y sensorización único.
El segundo modelo clasificado es SICSE, cuyo origen reside en la Universidad de Málaga. La infraestructura busca avanzar en el desarrollo de la interfaz cerebro-computadora a través de una herramienta que facilite la comunicación con pacientes que sufran el síndrome de enclaustramiento. Algunas enfermedades o dolencias que generan esta afección son la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la distrofia muscular o las lesiones agudas en la médula espinal.
A estos dos programas se le suma la aplicación TalkAACtive, perteneciente a la Universidad de Vigo. Esta va dirigida a los adultos con Trastornos del Espectro Autista (TEA) y pretende favorecer la práctica y autoevaluación de su habla y su escritura. Así, la tarea se efectúa mediante pictogramas y gracias a un sistema de generación de lenguaje natural y a una conexión que emplea los métodos lúdicos en entornos no recreativos.
De esta manera, la Fundación (promovida por la Red Universia) e Indra abogan por la reducción de la brecha digital y por introducir la innovación en el desarrollo de las personas con discapacidad.