“Esta es la versión más fiel de mí misma: un animal que brama y se retuerce en su íntima miseria”. Así comienza uno de los poemas que componen Primavera que sangra (2017), un fanzine elaborado por Andrea Abreu sobre la menstruación. Convirtiendo tabúes en versos, Abreu, que nació hace 23 años en Icod de los Vinos, ha logrado hacerse un hueco en el mundo de la literatura, mientras combina dos de sus pasiones: la escritura y el periodismo. Tras finalizar la carrera en la Universidad de La Laguna, ahora vive en Madrid, realizando un máster sobre Periodismo Cultural al tiempo que aprovecha cada oportunidad para recitar y seguir dibujando con palabras la realidad de la mujer.
¿Cuál es la primera palabra en la que piensas cuando escuchas ‘poesía’? «Lectura».
¿Cuándo empezaste a escribir? «Supongo que a escribir mis tonterías empecé cuando era pequeña. Con 8 años ya elaboraba mis primeros poemitas y a los 10 gané un concurso de poesía de mi pueblo. Pero empecé a escribir en serio a los 18».
¿Por qué te decantaste por la poesía? «He escrito relatos, ahora mismo estoy empezando una novela, pero lo que más he escrito es poesía. Supongo que a mí escribir poesía me resulta más placentero que una novela, porque me supone menos esfuerzo. Aunque luego cuando tengo que ponerme con un libro de poesía también requiere mucho trabajo en las correcciones por ejemplo. Me voy quedando con las pequeñas perlitas de cada poema y de este modo percibo que voy haciendo cosas y creciendo. Sin embargo, a veces me pasa, me siento bien cuando creo un poema, aunque luego a la semana siguiente lo lea y ya no me guste».
«Ahora he adoptado una poesía más feminista»
¿Cómo han variado los temas que reflejas en tus obras? «Al principio, cuando tenía 18 años, solía escribir sobre cuestiones más sociales y políticas. Trabajaba mucho el tema de la libertad y de la conciencia, y luego también empecé a escribir sobre la muerte. Ahora me he centrado en la sexualidad, que es un tema que me interesa bastante. Asimismo, podría decir que en la actualidad he adoptado una poesía más feminista».
Si tuvieras que retratar la situación de la mujer en un poema, ¿cómo lo harías? «Por ejemplo, el último poema que escribí era sobre una experiencia que tuve en la adolescencia. Una de mis mejores amigas era bulímica y ahora he dedicado unos versos a reflejar cómo ella vomitaba en el retrete. Es una realidad que no se suele encontrar en la poesía».
¿Qué caracteriza a tu forma de escribir? «Yo no sé exactamente qué me caracteriza, pero la gente me dice que suelo escribir cosas que habitualmente se consideran feas o marginales y les busco el lado bonito. Por ejemplo, escribí un poema sobre la menstruación. Hay una parte en la que digo “en cuclillas sobre la taza del váter”. Esta frase puede ser bastante fea en otro contexto, pero yo intento darle una visión poética».
«He escrito un poema sobre una amiga bulímica de la adolescencia, es una realidad que no se suele mostrar»
A parte de Mujer sin párpados, ¿tienes más publicaciones? «Solamente tengo publicado mi libro Mujer sin párpados y un fanzine sobre la menstruación, pero sí que tengo muchos poemas inéditos y relatos, y ahora estoy escribiendo una novela».
¿Qué sentiste al ver publicado tu libro? «Esperé tanto para que estuviese en físico que tenía ilusión, pero estaba un poco cansada de esperar. Fue raro porque cuando tienes tantas ganas de que pase algo y luego se cumple, nunca llega a ser tan bueno como las expectativas que te generas».
También bailabas… «Sí, pero hace ya tiempo que lo dejé. Mi estilo fue el hip-hop, después el Funky, luego probé el contemporáneo porque me frustré al no tener una base de ballet».
«Creo que las personas que nacemos en Canarias tenemos muy pocas oportunidades»
¿Qué significaba para ti el baile? «Para mí bailar era otra forma de comunicación, es completamente diferente y a la vez igual a la escritura. Cuando estaba bailando sentía que hablaba con el cuerpo, y eso no lo puedo sentir escribiendo. No sé por qué lo dejé exactamente, sentí que llegó el momento de dejarlo y lo hice. Muchas veces lo echo de menos»
¿Tocas otras ramas del arte? «Hago collage, de toda la vida he hecho dibujos también. Yo considero el Periodismo otra rama del arte que toco».
¿Por qué Periodismo? «Elegí Periodismo porque me gusta mucho escribir y principalmente el periodismo es escritura y lectura. Yo no quería estudiar Filología porque es analizar y comprender lo que han hecho otros y yo quería hacer algo. Para mí el periodismo es acción, por lo que quise hacerlo».
«Cuando estaba bailando sentía que hablaba con el cuerpo»
¿Tienes referentes en la escritura? «Tengo muchísimos, sobre todo muchísimas. Chantal Maillard, Silvia Plath, que me marcó muchísimo, Alejandra Pizarnik. También leo muchísima novela, por lo que tengo mucha influencia de la novela en la poesía y viceversa. Me gusta mucho Clarise Linspector. Ahora estoy leyendo una novela de Rosa Moncayo, una chica de Madrid super joven, la acabo de descubrir y se acaba de convertir en un referente. Leo tantísimas cosas que cuando quiero decir alguien que me gusta me doy cuenta de que gusta todo el mundo».
¿Crees que nace en Canarias limita para acceder a oportunidades en el ámbito del arte? «Creo que las personas que nacemos en Canarias tenemos muy pocas oportunidades. Lo creo y lo he experimentado. También creo que precisamente como estamos acostumbrados a tener pocas oportunidades, nos esforzamos muchísimo. Conozco gente de las Islas que destaca en otros lados porque sabe que no le van a regalar nada y que tienen que esforzarse».