El telescopio espacial infrarrojo para cosmología y astrofísica SPICA (SPace IR telescope for Cosmology and Astrophysics) ha sido seleccionado, de entre 25 propuestas presentadas, para la fase final de estudio y desarrollo de la próxima misión de clase M de la Agencia Espacial Europea (ESA). Bajo el liderazgo del Instituto Holandés de Investigación Espacial (SRON) y, en estrecha colaboración con la agencia espacial japonesa (JAXA), el proyecto cuenta con una importante participación española (Co-Investigador principal en el instrumento SAFARI), a través del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna (ULL).
La selección de SPICA servirá para resolver cuestiones fundamentales en la Astrofísica, como son caracterizar el crecimiento y evolución de las galaxias a lo largo del tiempo y entender mejor las condiciones que conducen a la formación de sistemas planetarios como el nuestro. El éxito de la iniciativa se basa en la combinación de un significativo número de innovaciones tecnológicas. Un elemento fundamental es el uso de un gran telescopio de 2,5 metros de diámetro que se enfría hasta una temperatura de casi 270 grados bajo cero, para reducir al mínimo la radiación emitida por el propio instrumento.
Al contrario que otras misiones previas, que se refrigeraban con enormes depósitos de Helio líquido, SPICA será el primer telescopio espacial refrigerado mediante criogeneradores mecánicos, lo que permitirá alargar la vida del observatorio. La combinación de esto junto a unos detectores ultrasensibles harán de este el más sensible jamás construido en el rango del infrarrojo medio y lejano, lo que permitirá detectar las «huellas dactilares» espectrales de los objetos más débiles y lejanos del Universo. Para ello, se contará con tres elementos que cubrirán todo el espectro con un rango de longitudes de onda entre 12 y 350 micrómetros.
El lanzamiento está previsto para 2032
Es importante señalar que se trata de la primera vez que España lidera el diseño óptico y estructural de una expedición de estas magnitudes. La participación española en SPICA está siendo financiada por el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, gestionado por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, con aportaciones importantes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
La propuesta fue presentada en 2016 por un gran consorcio internacional, con socios de Europa, Norteamérica y Asia, como respuesta a la quinta convocatoria dentro del programa Cosmic Vision de la ESA. A este llamamiento de la M5, que cuenta con un presupuesto de 550 millones de euros, se presentaron 25 proyectos de las que se han seleccionado tres: SPICA, THESEUS y EnVision. Se espera que en 2021 se tome la decisión final sobre cuál será la misión que implementará la ESA, cuyo lanzamiento está previsto para el año 2032.