Tenerife cerró el año 2017 con 15 975 507 turistas, la mayor cifra registrada hasta el momento. No es raro, Canarias es un destino vacacional muy popular. Lo erróneo viene cuando reducimos la Isla a las playas de arena blanca del sur o a las piscinas de los hoteles de 4 y 5 estrellas. Por su clima más húmedo y una mayor propensión a la inestabilidad del tiempo, el norte siempre ha estado en segundo plano en cuanto a atractivo para los visitantes. Sin embargo, hay muchos encantos dignos de ver.
El Puerto de la Cruz es un reclamo turístico casi tanto como lo es el sur, pero si seguimos al noroeste encontraremos lo conocido como la «Isla Baja». Está formada por los municipios de Buenavista del Norte, Los Silos, El Tanque y Garachico. La tranquilidad y el contacto con la naturaleza son elementos bases en estas zonas. El olor del mar inunda los paseos marítimos de los pueblos pesqueros, y llega hasta las múltiples casas y hoteles rurales.
Garachico, que en el pasado fue el centro y puerto comercial principal, es ahora una joya ubicada junto al mar. Su casco histórico, considerado Bien de Interés Cultural, ostenta la Medalla de Oro de las Bellas Artes por el alto valor y conservación de su patrimonio, que data de los siglos XVI y XVII. Sus singulares piscinas y charcos naturales, conocidos como El Caletón, se formaron tras una erupción volcánica en el siglo XVIII, y se han convertido en las últimas décadas en un lugar para el baño que cuenta con todas las comodidades y servicios. La proximidad a la costa deja vistas y encuadres perfectos para guardar en la mejor cámara que existe: la memoria.