La Universidad de Georgetown es una de las más prestigiosas e importantes de Estados Unidos. Ahora ha vuelto a estar en el punto de mira por una iniciativa en relación con su pasado. En el año 1838 la hermandad religiosa de los Jesuitas era la responsable de la Institución y, en aquel tiempo, para hacer frente a los gastos que suponía su mantenimiento, y algunos gastos adicionales, pusieron a la venta a 272 esclavos.
Hace algunos días, el Centro Académico decidió rectificar y puso en marcha una serie de medidas para compensar los beneficios que obtuvieron con la venta de estas personas. Una de las medidas que ha anunciado el presidente de la Institución, John Degioia, se basa en una serie de ventajas en el proceso de matriculación. También se incluye el renombramiento de algunos edificios de la Universidad en homenaje a los esclavos vendidos: Isaac Hall, en honor del esclavo mencionado en primer lugar en los documentos sobre la venta de 1838, y Anne Marie Becraft, una monja que fundó una escuela para niñas negras en el vecindario de Georgetown, entre otros.
Además se pondrán en marcha otras medidas como la creación de un instituto para el estudio de la esclavitud. Y por último la construcción de un memorial para recordar a esas personas que beneficiaron a la Universidad con su trabajo.
«La manera más apropiada para compensar la participación de nuestros ancestros en la esclavitud es reparar las consecuencias que tiene hoy en día», señaló Degioia en un comunicado. Además anunció que la comunidad universitaria pedirá perdón por los errores cometidos con una misa de reconciliación en la que participarán los jesuitas superiores en Estados Unidos y la Archidiósesis de Washington.