La tinerfeña Nereida Hernández padece esta enfermedad desde los 26 años.

Una vida con psoriasis

Sociedad

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que también puede afectar a las articulaciones provocando enrojecimiento, descamación, dolor e hinchazón. Puede manifestarse con diferente intensidad a la larga y no es contagiosa. Es producida por un trastorno del sistema inmunológico. Su vida ha cambiado desde que le diagnosticaron la enfermedad. «Al principio me dijeron que podía ser una irritación o que era dermatitis en los codos, pero luego con el tiempo vieron que no era así, me dijeron que era psoriasis gotosa», comenta Nereida Hernández.

Se trata de una afección no contagiosa, pero sí genética y hereditaria. «Si un progenitor presenta un cuadro de psoriasis el riesgo de que su hijo la padezca es aproximadamente del 10 %; si ambos progenitores la padecen, el riesgo es del 50 %», afirma Marina Rodríguez Martín, especialista en Dermatología Médico Quirúrgica y Venereología, doctora en Medicina especializada en Dermatología pediátrica e infecciones cutáneas. Esto activa las alarmas de la afectada, ya que se siente culpable de que sus hijos puedan padecer también la enfermedad a largo plazo.

La enfermedad afecta a alrededor del 2 % de la población o a más de 125 millones de personas. Aunque suele aparecer entre los 15 y los 35 años, puede surgir a cualquier edad, según declaraciones de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y de la dermatóloga entrevistada.

«Los pacientes se sienten estigmatizados y rechazados al presentar las lesiones en zonas visibles»


«Los pacientes se sienten estigmatizados y rechazados al presentar las lesiones en zonas visibles. En encuestas se ha mostrado que afecta a su esfera social, sexual e incluso a la calidad del sueño», cuenta la dermatóloga Marina Rodríguez. Esta patología influye en la salud mental del perjudicado ya que puede provocar, entre otros, ansiedad y depresión.

Tiene importantes consecuencias tanto físicas como psicológicas, deteriora las relaciones personales y profesionales y daña la autoestima.

Nereida Hernández trabaja en una tienda de cara al publico y se ha tenido que enfrentar en varias ocasiones a preguntas incómodas (¿qué es eso? ¿se pega?). «Es difícil superarlo al principio, andar con camisa corta porque piensas que todo el mundo va a fijarse, y lo hacen. Hasta que te acostumbras», subraya.

Los acontecimientos no solo tienen una repercusión con el exterior, sino también en su ámbito familiar y personal. Pablo, su hijo mayor, no termina de aceptar la enfermedad de su madre. La presión que recibe por parte de sus compañeros en clase ha llegado a tal extremo que prefiere que lo vaya a recoger al colegio otra persona.

La enfermedad es una dermatosis que se agrava con el estrés emocional


Además, no ha sido la única situación en la que la afectada se ha sentido incómoda, también ocurre cuando va a la playa o simplemente cuando va con ellos y su pareja al parque. La psoriasis es una dermatosis que se agrava con el estrés emocional, por lo que esta afectación de la calidad de vida influye negativamente en su pronóstico.

Se debe tener en cuenta que los pacientes con dicha enfermedad tienen la piel más sensible, por lo que se tienen que acostumbrar a vivir con mayor tranquilidad y sobre todo a habituarse a tratarla con mayor cuidado.

Hoy en día, entre los fármacos nuevos, ha aparecido un aerosol que está ocasionando buenos resultados. Al respecto, Nereida Hernández comenta que ha notado un gran cambio en las rojeces de su cuerpo, aunque dice que «es un proceso largo pero ha desaparecido la mayoría de mis rojeces, gracias a esto me siento más segura, sobre todo ahora que se acerca la época de verano».

Por último, Marina Rodríguez afirma que «las dianas terapéuticas son más específicas y es probable que en un futuro no muy lejano se logre controlar la expresión de la enfermedad de forma mucho más eficiente».