El Instituto de Bio-Orgánica Antonio González de la Universidad de La Laguna acogió estos días pasados el seminario Acervo etnobotánico y la investigación fitoquímica: plataforma entre América Latina y Canarias como estrategia para un desarrollo sostenible. Organizado por el grupo de investigación Quimioplán, su propósito fue presentar resultados de varias investigaciones sobre plantas endémicas de Canarias y varios lugares de Latinoamérica. Como explica la directora del grupo de investigación y codirectora del semanario, Isabel López Bazzocchi, «Canarias y Latinoamérica tienen una tradición enorme en el uso de plantas medicinales».
El título del seminario mencionó el «desarrollo sostenible» porque se centró en las investigaciones con plantas endémicas de cada lugar, es decir, recursos propios de la localidad. La idea es comprobar científicamente que, efectivamente, las plantas medicinales tienen una serie de compuestos que poseen una actividad biológica dada y que son responsables de esas propiedades curativas. «Aislamos y elucidamos las estructuras de los metabolitos que contienen las plantas y luego estudiamos sus actividades biológicas para ver si se corresponden con el uso en la medicina tradicional», dijo la investigadora.
Esta medicina tradicional está avalada por años de uso y, una vez analizada en laboratorio, se confirma desde el punto de vista científico que, efectivamente, esas plantas contienen una serie de metabolitos que realmente tienen unas propiedades medicinales.
Pero la investigación con productos naturales no está exenta de dificultades: «A veces puede ocurrir que las propiedades medicinales no estén asociadas específicamente a un único metabólito, sino al conjunto de los componentes que tiene la planta, con lo cual, cuando los aíslas, purificas y preparas, a lo mejor no encuentras las propiedades por las cuales ésta se usa en la medicina tradicional».
Endemismos
El grupo de investigación de López Bazzocchi ha estudiado varias plantas endémicas canarias, como el Maytemus canariensis, una especie que los agricultores utilizan para combatir el cansancio, o la Withania aristata u orobal, a la cual tradicionalmente se le adscriben propiedades diuréticas y analgésicas y que, según la investigadora, posee «unos compuestos muy interesantes y que, en todo caso, son plantas menos conocidas a las que habitualmente se suele encontrar en el mercado para infusiones».
El estudio de la química de los productos naturales es una de las áreas de especialización del Instituto de Bio-Orgánica Antonio González, y además posee desde su fundación una importante tradición de colaboración con Latinoamérica. Sin ir más lejos, las dos profesoras americanas que participaron en el Seminario, Esther Ninoska Flores, de la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia), y María Luisa Kennedy, de la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), se doctoraron en el centro de la Universidad de La Laguna.
En el seminario también participaron como ponentes la investigadora del programa Agustín de Betancourt Carolina Pérez Reyes, quien ofreció una panorámica sobre el conocimiento tradicional como punto de partida en la investigación fotoquímica, y Eugenio Reyes Naranjo, coordinador del Banco del Saber Etnobotánico Tradicional del Jardín Canario Viera y Clavijo del Cabildo de Gran Canaria, quien habló del acervo local que él se encarga de custodiar.