Chema Madero es un artista tinerfeño que combina sus labores de aparejador e ingeniero de edificación con la música. Se define como ‘un eterno inconformista’ y con la filosofía de que ‘la vida hay que vivirla todo lo que puedas y no debes privarte de nada’ después de muchos meses de trabajo, ha sacado su primer trabajo de estudio. Aquellos lugares, es un EP conformado de cinco canciones que viaja por los sitios que para él y otra persona, fueron especiales alguna vez. Asimismo, abarca las distintas formas del amor. La presentación del disco tuvo lugar el viernes pasado en El Búho Club La Laguna donde colgaron el cartel de sold out.
¿Cuándo y cómo empezaste en el mundo de la música? «Empecé hace muchos muchos años. Tenía un compañero aparejador, Claudio Briones, un cantautor con bastante recorrido y le entrevisté. Yo llevaba una revista de aparejadores y llevaba la sección de música. Empezamos a hablar y surgió un feedback estupendo entre nosotros. Le comenté que tocaba la guitarra, que había hecho alguna que otra canción pero que no me atrevía a subirme a un escenario. Entonces, él me dijo que justo ese fin de semana tenía un concierto en Santa Cruz y me obligó a subir al escenario a tocar un tema y de ahí surgió entre nosotros el amor. A partir de ahí, formamos un dúo que se llama The taxis and the guaguas y estuvimos un montón de años tocando un montón de bares y salas».
¿Qué tipo de música hacían? ¿Cómo fue la experiencia con ese grupo? «Era un concepto de música de autor pero con un tono divertido, con canciones no tan pesadas. Fue maravilloso y por el camino conocí a mucha gente como a Simón Salinas, que estaba en So what! y nos enamoramos el uno del otro. A mí me encantaba su música y a él la mía. Desde entonces me animó a grabar, a formalizar mi proyecto por mi cuenta y a buscar un sonido más orientado al Rock and roll. Ya el año pasado lancé un EP, que lo grabé con él vocalista de Pasajeros, Boris Berkalex y está siendo una gran experiencia. Actualmente, tengo banda y todo lo que yo quería».
¿Cuándo empezaste a tocar?«Pues empecé a tocar la guitarra con 15, 16 años. Aprendí por mi cuenta los acordes y tal. Luego, empecé con Claudio con 18».
¿Cuáles son tus principales inspiraciones o referentes musicales? «De todo. Siempre cuento lo mismo que es que cuando estaba en la barriga de mi madre, ella ponía todas las noches a The Beatles, los Rolling Stones, los Eagles, Supertramp, Led Zeppelin… Todos los clásicos los he ido escuchando toda la vida. También escucho todo lo que va saliente. Soy un gran admirador del pop español de los ochenta, el rock, el indie… Te podría decir miles. Si me tuviese que quedar con tres, me quedaría con Antonio Vega, Quique González y Leiva o Sidecars».
«No se valora el esfuerzo que supone hacer una canción, grabar un disco, montar una banda o montar un concierto»
Como artista emergente, ¿qué opinas de la situación cultural? ¿Crees que realmente se valora el esfuerzo? «Está muerta. Respeto totalmente los gustos de todo el mundo pero para algunas cosas se mueve todo muchísimo y para otras no. Creo que no se valora el esfuerzo que supone hacer una canción, grabar un disco, montar una banda, montar un concierto… No se valora tanto como estar en tu casa con un sample de fondo y hacer una canción. El esfuerzo que requiere esto es muchísimo mayor a mi entender y te da rabia. Por ejemplo, vino Loquillo al Pabellón, que llevan años llenando salas por toda España, y solo se encontraron la mitad lleno y en cambio, viene otro de reggaeton y te lo llenan hasta la bandera tres días seguidos».
Hace poco sacaste tu primer trabajo de estudio. ¿Cómo fue el proceso de creación y producción? «La verdad que es un proceso mágico porque claro, tú llevas tu canción desnuda, que has hecho en la intimidad de tu casa, queriendo mostrar y plasmar un sentimiento y una situación que te ocurrió. La llevas con todo el cariño del mundo y entonces esa sinergia que se produce con tu productor es preciosa. Es fundamental salir un poco de tu ego y escuchar a alguien que te oriente y te aconseje un poco. En general, lo disfruté muchísimo. Grabamos con mucha calma, estuvimos casi un año para grabar cinco canciones ya que lo hacíamos en ratitos que teníamos libre pero, sí que tuve la suerte de poder colaborar y tener el apoyo de mucha gente como Boris o Kumar Kislo, que grabó prácticamente todas las guitarras del disco. Simón Salinas también ayudó muchísimo en la producción y en la composición de Recuerdos. Asimismo, Susi Morla fue el que hizo el máster. No es solo el proceso de crearlo si no, todo lo que conlleva y todo lo que te llevas por el camino».
¿Hay alguna canción que te haya costado más componer o que le tengas un cariño especial por algo en concreto? «Puede que Criptonita. No fue tanto lo que me costó si no, el cambio que pegó desde lo que tenía previsto hasta lo que se grabó después, es total. Dio un giro de 180 grados, pero quedó mucho mejor así. Otro ejemplo podría ser Hiel y miel, que como está en la versión definitiva no era como quería que quedase y en cambio, ahora con la banda le hemos dado una vuelta de tuerca y cuadra con lo que yo quería. Al final, como dije antes, las canciones van evolucionando con el tiempo y se va creando lo que tu quieras».
«No nos esperábamos esta acogida»
Al principio de tu carrera tenías un sonido más popero y ahora es más metálico, ¿ese cambio lo llevaste a cabo por recomendación, por probar o salió de ti? «Realmente fue por evolución natural. No es lo mismo lo que compones con 15 o 25 años que lo que compones con 30 y 35. Ves la vida de otra manera y eso se refleja en los temas. Quizás, al principio eran más dulces y melancólicas y ahora son más canallas y duras. Buscas más ese puntito crápula y travieso».
¿Dónde nace Aquellos lugares? «Es una historia preciosa que tuve con alguien y relata todos aquellos lugares que para nosotros fueron especiales. Siempre cuento que la maravilla de las canciones es la evolución que tienen. Cuando la escribes, lo haces pensando en algo y con el tiempo se extrapola a muchas más cosas. Al final, Aquellos lugares quiere ser una suerte de canción de aquellos sitios que para alguien pueden ser importantes bien sea en el amor, en la amistad o en lo que sea».
¿Qué buscabas transmitir con este EP? «Los cinco temas hablan del amor y de las relaciones interpersonales. La verdad es que no tengo ningún tema de protesta o de concepto social que es algo que me encantaría hacer pero la verdad es que hasta ahora, no me ha llegado. No buscaba nada en concreto si no, hablar de los distintos tipos de amor y soltar todo lo que tenía. Hubo un par que grabamos y que quedaron en la recamara por si en algún momento grabamos algo más extenso, haya un poquito más de todo».
De momento, ¿cómo está siendo la acogida? «Muy buena. En redes sociales, la gente lo está moviendo bastante y en Spotify, también. Para el bolo de mañana, por ejemplo, probablamente hagamos sold out y estamos flipando porque no nos esperábamos todo esto. Estoy bastante contento la verdad».
«El disco son trocitos de cada uno»
Comentabas que contaste con muchas personas para este trabajo: Boris Berkalex, Susi Morla, Simón Salinas, Kumar Kislo… ¿qué balance haces de este proyecto, a fin de cuentas, conjunto? «Me gusta pensar que al final somos todos una pequeña familia. Nos ayudamos entre todos, no solo a nivel composición o de arreglos si no que, nos apoyamos yendo a los conciertos de otros y en redes sociales nos promovemos entre todos. En el caso del disco, quería reflejar eso también, que son trocitos de cada uno. Al final, tantas noches de fiesta y tantos conciertos juntos crean algo y quería tenerles presentes de alguna manera».
¿Piensan recorrer el resto de Islas o el territorio nacional con este trabajo? «La idea es el próximo año marcarnos con Simón Salinas una pequeña gira por la península. De todas formas, es algo que aún está por ver porque al final, es algo que sale de tu bolsillo. Pero apetecernos, nos apetece muchísimo».
¿Tienen algún evento próximamente? «Estamos en negociaciones para cerrar algo en Santa Cruz para enero o febrero. Desgraciadamente, no hay muchas salas en Tenerife para tocar y las que hay están muy limitadas. Para llevarte una banda completa, es muy complicado».
Fuiste junto con banda, finalistas del Alisios Pop 2019 y alcanzaron al final, la cuarta posición. ¿Cómo fue la experiencia? «La verdad es que fue increíble. Yo ya me había presentado el año pasado pero por problemas laborales, me tuve que retirar al final. Este año lo cogimos con mucha ilusión. El festival fue una pasada. Tocar en la Plaza del Cristo con todo el equipo que te ponen encima… te sientes una auténtica estrella del rock ja, ja, ja. Nos quedamos muy contentos».
«Estar en el mismo escenario que Loquillo y sus músicos me pareció increíble»
De todos estos años en la música, si tuvieras que destacar una experiencia, ¿cuál destacarías? «A nivel personal, el Alisios. Verme en ese escenario donde podía hasta correr… en mi vida había podido mover más de un metro en uno ja, ja, ja. Era una locura, me pareció increíble. Fuera de mi proyecto propio me quedo con haber estado al lado de Simón desde que empezó. Fui su pipa en la gira de Loquillo y en el Alisios cuando lo ganó. Vivir la experiencia de Loquillo con él para mi fue espectacular. Estar en el mismo escenario, con sus músicos y hablar y tomarnos una caña con él me pareció increíble. Le estoy muy agradecido a Simón por haber contando conmigo para eso».
¿Qué proyectos tienes a medio o largo plazo ahora mismo? «En principio, lo que quiero es grabar algún videoclip para movernos un poquito más y viendo la acogida que tenga el EP, plantearnos grabar un disco con diez u once temas, algo más compacto».
¿Qué objetivo tienes a partir de ahora? «Seguir en la línea en la que estoy. La banda que tengo me encanta, llevamos casi un año tocando juntos. Ya nos hemos compactado y tenemos el sonido que queríamos. Ahora me apetece coger los temas que no están en el EP, ponerlos con los demás y darles el color que queremos darle. Me apetece también sentarnos a componer y experimentar».