El Instituto de la ULL aún debe esperar instrucciones de las autoridades sanitarias. Foto: PULL

Enfermedades Tropicales, capacitado para realizar test de COVID-19

Ciencias de la Salud

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha validado la capacitación del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias para la realización de pruebas de diagnóstico de COVID-19. Así, su director, Jacob Lorenzo, afirma que «se trata del primer centro de investigación de Canarias en haber sido capacitado», lo que supone «todo un orgullo por poder estar al servicio de la sociedad». En este sentido, el vicerrector de Investigación, Transferencia y Campus Santa Cruz y Sur de la ULL, Ernesto Pereda, se ha congratulado en su cuenta de Twitter de la capacitación del Instituto, poniéndose «a disposición» de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

El ISCIII, en coordinación con el Ministerio de Ciencia e Innovación, ha capacitado en total a trece centros en toda España para realizar más de dos mil test de PCR (siglas en inglés de Reacción en Cadena de Polimerasa). En particular, «el Instituto de Enfermedades Tropicales puede realizar en torno a 150 muestras diarias hasta fin de existencias de reactivos y kits», confirma Lorenzo.

A pesar de la capacitación, el Instituto de Enfermedades Tropicales aún debe esperar instrucciones de las autoridades sanitarias, que son, de acuerdo con el director, «las encargadas de programar y protocolizar el proceso, en caso de ser necesarios». Los servicios sanitarios, por lo tanto, son los que tienen que confirmar la necesidad de apoyo diagnóstico. En este sentido, este reconocimiento garantiza que los laboratorios cumplan con los requisitos de bioseguridad y dispongan del personal y los procedimientos adecuados para poder realizar las pruebas diagnósticas de COVID-19.

«En 48 horas tuvimos una respuesta favorable»


En la convocatoria de capacitación, según explica Lorenzo, se exigen una serie de requisitos que hay demostrar mediante informes. En primer lugar, hay que disponer de personal altamente cualificado y formado en técnicas de biología molecular. Además, se debe tener solvencia para manipular pruebas infecciosas de nivel 2, así como para producir reactivos de inactivación.

Además, se debe tener capacidad para manejar técnicas de extracción y para poder realizar el proceso PCR. Cada laboratorio debe garantizar la disponibilidad de personal para validar informes de análisis clínicos. Por último, todos estos puntos se envían al Instituto de Salud Carlos III para su estudio. «En nuestro caso, en 48 horas tuvimos una respuesta favorable», subraya el director del Instituto.

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