La Unidad Móvil de Atención En Calle (UMAC) es un proyecto de Cáritas en Tenerife en convenio con el Cabildo Insular. Su objetivo es censar por zonas la densidad de personas sin hogar no institucionalizadas y ofrecerles diversas herramientas para fomentar su inclusión social. Al no constar en los registros oficiales, no tienen acceso a los servicios públicos municipales. Entre julio y diciembre de 2020, se localizó a unas 2000, sin contar la capital. Según los datos recabados, afecta más a la población tinerfeña en las regiones del norte, mientras que en el sur a la migrante.
Domingo Felipe Estévez, educador de la UMAC, explica que para localizarlas recorren barrancos y calles, o se sirven del boca a boca de la vecindad. Aclara que los perfiles son muy amplios, y no se reducen a una imagen prototípica: «Consideramos personas sin hogar a las que ocupan viviendas en mal estado o que viven en coches, caravanas, cuevas, cuartos de aperos…». Añade que, aunque a menudo trabajan con personas con enfermedades mentales o drogodependencia, no se debe asumir que todos los casos son iguales.
«El Ayuntamiento te tiene que empadronar por ley, incluso en un banco»
La labor de la UMAC consiste en asesorar a la población tinerfeña sin hogar para que se cumplan sus derechos, los cuales desconocen. «Aunque no sea una casa, el Ayuntamiento te tiene que empadronar por ley, incluso en un banco», comenta Estévez. Después del empadronamiento, tienen derecho de acceso a prestaciones de emergencia o asistencia sanitaria. También se encargan de los acompañamiento para hacer gestiones, y es habitual la colaboración con otras organizaciones o la administración pública.
Con la llegada de la Covid-19, la situación de este colectivo se agravó al perder sus ingresos del turismo, la limosna o aparcando coches. Cáritas dispone de siete centros en la Isla con capacidad para albergar entre diez y veinte personas, sin contar los centros de otras organizaciones. Puesto que los recursos de alojamiento son limitados, también se gestionan prestaciones de emergencia o ayudas para el alquiler con los Servicios Sociales.
Tensiones, bulos y prejuicios
Debido a la crisis migratoria actual en Canarias, han aumentado las tensiones sociales entre las personas sin hogar de Tenerife y el colectivo de migrantes, sobre todo a causa de la difusión de bulos. Estévez comenta que, en ocasiones, tiene que desmentir informaciones falsas entre la gente con la que trabaja.
A su vez, incide en que parte de la población cree que hay gente que vive en la calle por elección, y no por falta de medios. Muchas de las personas que asesora no pueden hacer gestiones por sí mismas, y parte de su trabajo también consiste en empoderarlas para que se valgan por sí mismas. Explica que desde la organización son conscientes de que no se puede conseguir la inclusión social en algunos casos, pero hay otros que, con tiempo, adquieren techo e independencia.