Saray Mesa tiene 32 años y estudia el primer año del grado de Maestra en Educación Primaria de la Universidad de La Laguna. Tras dejar los estudios por motivos personales, comenzó a trabajar en diferentes lugares hasta que encontró su verdadera pasión, el deporte. A partir de ese momento, empezó a estudiar varios cursos que le permitieron ejercer como monitora en un conocido centro deportivo del sur de Tenerife, donde impartió disciplinas como zumba, body pump o body balance. Después de esta experiencia, se marcó el objetivo de entrar en la ULL para tener mayores oportunidades laborales.
¿Qué hiciste para acceder a la ULL? «Lo hice a través de un ciclo superior, ya que no tengo bachillerato. Al principio me costó un poco, puesto que estuve bastante tiempo sin estudiar, sin embargo, mereció la pena todo el esfuerzo que hice para estar donde estoy ahora mismo. Todo esto lo he conseguido gracias al apoyo familiar recibido, especialmente el de mi pareja que fue el que me animó a entrar en la ULL».
¿Cómo es la relación con las personas que estudias? «Fue complicado adaptarme al contexto por la diferencia de edad y, también, me faltaban conocimientos para entender cómo se desenvuelven en la sociedad. Aunque ahora mismo me siento muy cómoda con el alumnado tras entablar relación durante el primer cuatrimestre».
¿Es complicado retomar los estudios después de tanto tiempo? «Sin ninguna duda. Por circunstancias de la vida dejé los estudios y empecé a trabajar. Años después decidí presentarme a la prueba de acceso a un ciclo superior y lo aprobé. Mientras trabajaba, me saqué dicho ciclo y, en ese momento, decidí darle un giro a mi vida ingresando en la universidad».
«No me esperaba sacar una matrícula de honor en el primer cuatrimestre»
¿Qué sentiste al ver tu nombre en las listas de personas admitidas? «No te puedes imaginar lo contenta que me puse al ver mi nombre en la tercera y última lista. Realmente me puse muy nerviosa, debido a que era mi última opción de entrar y no conseguirlo hubiera sido un golpe duro para mí. Por suerte me admitieron y estoy disfrutando de esta nueva etapa en mi vida. Acceder a la Universidad de La Laguna ha cambiado mucho mi vida».
¿Cómo fueron los primeros meses de carrera? «La verdad es que se me hizo cuesta arriba acostumbrarme a la dinámica de clase porque estuve una larga temporada sin estudiar. Tuve que acostumbrarme a una nueva metodología, horarios y calendario de exámenes muy rápido para que no se me acumularan los trabajos pero, por suerte, aprobé todas las asignaturas. Lo que no me esperaba era sacar una matrícula de honor en el primer cuatrimestre».
Has trabajado como monitora en un reconocido centro deportivo del sur de Tenerife, ¿qué valoración haces de ese periodo de tu vida? «La valoración más positiva no puede ser por las experiencias que adquirí como instructora deportiva. Además, me encanta hacer deporte, llevar una buena alimentación y, sobre todo, gracias al deporte descubrí que mi verdadera vocación es la docencia».
¿Qué recuerdos tienes de tu etapa como entrenadora y que clases impartías? «Tengo grandes recuerdos, puesto que disfrutaba enseñando a los niños y niñas, los ayudaba a progresar y eso es algo que te llena. Espero que en un futuro pueda seguir haciéndolo, pero esta vez con la titulación necesaria. Daba un poco de todo, desde zumba hasta monitora en sala fitness. También realicé actividades a personas con diversidad funcional de centros ocupacionales y de la tercera edad».
«La Facultad de Educación me ha aportado mucho estos meses»
¿Te consideras un ejemplo para esa parte de la población que deja los estudios? «No sé si soy un ejemplo, pero si hay alguien que piensa que no puede entrar en la universidad porque es mayor comete un error. Si realmente quieres hacer una carrera da igual la edad que tengas, la cuestión es querer y ponerle pasión».
¿Cuáles son tus planes de futuro? «Mi objetivo es sacarme la carrera, aunque si no es en cuatro años y tardo algo más no pasa nada. Por supuesto que me gustaría sacármela año a año para poder ejercer como maestra lo antes posible. Lástima que sea en estas circunstancias y no pueda disfrutar del día a día en la Facultad y de todo lo que engloba el ambiente universitario».
¿Qué destacas de la carrera en el tiempo que llevas? «La verdad es que muchas cosas porque estoy viviendo una etapa totalmente distinta que nunca pensé que me tocaría vivir. La Facultad de Educación me ha aportado mucho estos meses».
