Pablo García es estudiante de Derecho en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Su inicio en el mundo de la escritura fue un accidente que se acabó convirtiendo en un auténtico regalo ya que le permitió descubrir su verdadera pasión. Con tan solo 19 años publica su primer libro, La prima buena. La novela cuenta con las influencias de sus referentes literarios, encuadrados en el thriller y la novela negra. En él presenta al público diversas historias que tratan la sexualidad, el racismo y el empoderamiento femenino.
Decidiste asumir el riesgo y autopublicar tu libro, ¿por qué lo hiciste de esta manera? «La gente piensa que esta es la opción más complicada, sin embargo, para mí fue la más sencilla. Lo hice de esta forma porque no sabía si una editorial aceptaría publicar un libro en donde se habla de forma tan explícita de los temas que trato. La autopublicación me permitió un primer acercamiento al mundo literario».
¿Por qué elegiste el género de la novela negra para tu obra? «Este género tiene siempre una crítica social de trasfondo, es por esto por lo que lo elegí. Además, el hecho de poner como eje central diversos asesinatos y hechos atroces, me ayuda como escritor a posicionarme en lo más complej0 de la sociedad».
«Quiero que la persona que lo lea sienta incomodidad al terminar el libro»
¿Qué manifiestas en tu libro? «Quiero que la persona que lo lea sienta incomodidad al terminar el libro, que se cuestione la sociedad en la que vive. Muchas personas me comentan que, cuando lo terminan, sienten miedo. Yo me pregunto el porqué, si no hay personajes terroríficos. Solo plasmo realidades que nos ocupan hoy en día, la soledad, la debilidad de las relaciones o el acoso».
¿Qué buscas que sientan las personas cuando lo lean? «Quiero que mi libro sea un espejo en donde se refleje la sociedad, que la persona se vea en la historia, tanto para lo bueno como para lo malo. Esa es una parte del miedo que produce la novela, descubrirte. Dejo un abismo para que el público reflexione, lea entre líneas y saque sus propias conclusiones sobre la realidad que vivimos».
¿En que época están ambientados los relatos del libro? «La novela iba a estar ambientada en los años sesenta porque me gusta mucho. Pero investigando me di cuenta de que no había cambiado la situación prácticamente nada. Finalmente elegí, para el desarrollo de la trama, el año 2016. Es evidente que tiene tintes de los años sesenta en Estados Unidos».
«La buena esposa es un alegato a la voz propia de la mujer y a contar su historia por sí misma, sin ninguna figura masculina»
Uno de los cinco relatos que podemos encontrar en tu libro es La buena esposa… «Es la historia de una mujer, esta es su historia y es ella quien la va a contar. Es un alegato a utilizar la voz para protestar por las situaciones que no están bien. La Buena Esposa es permitir que ellas, por si mismas, cuenten su historia, sin ninguna figura masculina».
Planteas de una manera muy explícita el tema de la sexualidad. ¿Qué buscas evocar con esa ruptura de tabúes en el público ? «Ese era uno de mis miedos a la hora de mandarlo a una editorial. Quería normalizar determinados temas. Tratar estos puntos en el libro de forma tan explícita ha hecho que la historia y el hilo narrativo sean reales».
Otro de los temas que hay en tu libro es el racismo. ¿Cómo lo tratas? «Lo trato en un momento concreto del libro, cuando una cajera no quiere cobrar a una persona por ser negra. Es ahí cuando empleo una frase de una de las referencias que me inspiraron para hacer el libro, una cita de la activista feminista Chimamanda, en su obra Americanah, en la que habla de que ella se sintió negra por primera vez al llegar a Estados Unidos».
¿Puedes adelantarnos algo de tu próxima novela? «Este libro termina con el título de mi próxima novela, Aguas turbulentas, que va a ser más larga. Los personajes ya no son tan juveniles. Puedo adelantar que la protagonista es una periodista que cubre una serie de asesinatos en su pueblo. Allí fantasmas del pasado la persiguen, dándose cuenta de que esos sucesos están vinculados a ella de una forma indirecta».