El libro secreto de las mujeres canarias, escrito por Yesica Álvarez e ilustrado por Dácil Roca, cobró vida el pasado sábado, 12 de marzo, con un mágico cuentacuentos narrado por Silvia Torrents en el antiguo Convento de Santo Domingo de La Laguna. La actividad formó parte de la programación del 8M, Día Internacional de la Mujer, organizada por el ayuntamiento de dicha ciudad. El microrrelato estaba dirigido a un público familiar y se enfocó en una obra literaria y dibujada que recoge a las féminas más extraordinarias de las Islas por sus aportaciones en la lucha de la igualdad.
Ellas contribuyeron a la riqueza del Archipiélago en distintas áreas: Josefina de la Torre lo hizo en el arte, el cine y teatro, la poesía y zarzuela; Rosario Miranda, aunque nació niño y lo llamaron Domingo, expresó al pueblo que se sentía chica; Olga García Riquelme fue una gran investigadora de los átomos y astrofísica; Francisca Gazmira, indígena isleña, combatió las injusticias y devolvió libres 3 000 personas a La Palma; Jane Millares Sall, alfarera y pintora, fue pionera en exponer sus obras, y Doña Carmen de la Hoya, nunca pudo asistir a la escuela, pero se convirtió en una de las mejores santiguadoras, pues con sus rezados era capaz de curar los males a cualquiera.
La cuentista Silvia Torrents interpretó a la pequeña Gara y al travieso Aday, que estaban jugando al escondite con su querida yaya. Mientras la parienta contaba hasta 20, buscaron un lugar como refugio: el despacho de la tata era perfecto para ocultarse, pero se distrajeron con la decoración, los libros y cuadros que había en el cuarto.
La tía era una auténtica viajera. Había explorado los rincones más exóticos y remotos del planeta, y de cada destino tenía un souvenir como recuerdo. La habitación estaba repleta de conocimiento y cultura. 18… 19… ¡y 20! De repente, encontraron una caja en la que estaba escrita con rotulador «yaya». Aday la abrió con curiosidad y sacó de su interior conchas de lapas, artefactos varios y un libro. Se trataba de un tomo muy grueso y de color morado.
Gara quedó asombrada y, a pesar de reñir a su hermano para que se escondieran, decidió acercarse a leerlo. Pero la tía apareció por arte de magia y les pilló con las manos en el libro. Les explicó que esas hojas contenían grandes secretos sobre increíbles muchachas del Archipiélago. Tendrían que hacer un ritual para conocerlas: con las manos en la cubierta morada pronunciaron «abracadabra pata de cabra que entre tus páginas aparezca una mujer valerosa de Canarias». ¡Y tachán! Gara y Aday descubrieron las aventuras y dificultades de la época que vivieron todas ellas.
El cuentacuentos recibió una gran acogida y llenó la sala con familias y peques de la casa. Silvia Torrents terminó la narración con una invitación a nombrar a todas las mujeres intrépidas que las personas admiraban: entre ellas, estaban las madres, abuelas, hermanas y profesoras. Todas imprescindibles para enseñar en clave de igualdad.