Karmala Cultura presentó el pasado viernes, 25 de marzo, un evento que unió feminismo y poesía en la Sala de Cristal del Exconvento de Santo Domingo en La Laguna. Esta asociación, junto con la Concejalía de Igualdad y LGBTI de La Laguna, puso el broche final a una serie de encuentros en virtud del Día Internacional de la Mujer. Las participantes de este recital fueron Ana Vidal, escritora, poeta y microrrelatista; Noelia Morgana, actriz y escritora; Patricia Figuero, escritora, poeta y organizadora de talleres de cultura y literatura, y Reina Omega, música, rapera y escritora. El evento transcurrió entre las 18.00 y las 19.30 horas.
Patricia Figuero comenzó el acto presentando a sus compañeras de escenario y dio paso a la primera de cinco rondas en las que la poesía retrató el significado de ser mujer a lo largo de la historia. Las cuatro artistas estuvieron acompañadas en todo momento de dos intérpretes de lengua de signos que tradujeron la fuerza de la lírica con gran maestría. Cada poeta, con su propia forma de escribir y recitar, dio como resultado una mezcla que llenó la sala de risas, aplausos e incluso lágrimas.
La escritora Noelia Morgana recalcó la importancia del empoderamiento femenino y lo intrascendente que es el qué dirán. La poeta recordó en su poema Se puede que la mujer es libre de ser como quiera, sin tener en cuenta los estereotipos establecidos en el imaginario colectivo.
Por su parte, la escritora Ana Vidal hizo reír a la audiencia con sus poemas tan originales en los que trata cómo es la vida en pareja y los sentimientos tras una ruptura.
Queridos Reyes Magos.
Para él os voy a pedir bandejas de gusanos, una para cada día,
que pueda tenerlos siempre en su menú y
se le conviertan en mariposas al llegar al estómago.
Que siempre le revoloteen, que no deje de sentirse enamorado.
Pero no de mí, por favor, de mí ya no.
La poeta Patricia Figuero emocionó al público con sus poemas sobre el valor de ser mujer y lo que eso conlleva, desmintiendo los mitos sobre la menstruación y el papel social que ha ejercido la mujer durante años. Finalizó con una pieza dedicada a su madre que hizo llorar al público y a sus compañeras. El encuentro llegó a su fin con la actuación de Reina Omega, que añadió melodía y guitarra a uno de sus poemas e interpretó una canción dirigida a su mujer.
Por fuera de la sala habían colocadas dos mesas donde se podían adquirir gratuitamente bolígrafos y calendarios, además de pequeños libros de educación sexual y guías con los procedimientos establecidos para situaciones de violencia de género.