Las voces de la literatura toman El Sauzal. El cómico Ángel Martín presentó el pasado jueves, 26 de mayo, su primer libro Por si las voces vuelven en un teatro municipal abarrotado por más de 400 personas. El lugar presentó colas para los puestos de reserva antes del comienzo del evento tras haberse agotado las entradas en apenas dos horas. Una vez concluido el acomodo del público a las 19.05 horas, la presentadora Eva García se puso a los mandos para dar paso al protagonista del día.
Tras sufrir un brote psicótico en 2017, Martín comenta que comenzó un proceso de reconstrucción que culminaría en noviembre de 2021 con la publicación de Por si las voces vuelven, de la mano de la Editorial Planeta. Una idea que nunca le rondó por la mente hasta que le ofrecieron la posibilidad de escribir un libro «que la empresa esperaba sobre redes sociales o comedia». Sin embargo, llegó a la conclusión de que lo más idóneo era contar su experiencia. «Decidí escribir el libro que yo no encontré cuando salí del hospital por si ahora mismo hay alguien en ese punto y le da pistas para empezar a remontar», declaró.
El catalán puntualizó no tener jamás la intención de sentar cátedra con su obra y afirmó que «si te sirve de puta madre, y si no, lo siento muchísimo». Además, recalcó que no todo es una verdad universal que ayude de la misma forma a pesar de tener emociones comunes y herramientas útiles para cualquiera.
La llegada de las voces
Después de estas primeras reflexiones acerca de Por si las voces vuelven, Ángel Martín comenzó a profundizar en el proceso que recoge el libro. El autor contó que dedicarse al entretenimiento complicó la detección del problema por la dificultad de «diferenciar si lo que subo a redes es broma o se me ha ido la pinza». Sin embargo, el motivo que hizo saltar las alarmas de su pareja fue una publicación de Facebook en la que la felicitaba por su papel en Wonder Woman, una película que Eva Fernández jamás interpretó.
Llegados al ecuador del evento, el comunicador subrayó la importancia de no banalizar el sufrimiento, pues «tenemos tendencia a pensar que sufrir es normal y forma parte de estar vivo. Asumir que estar mal es natural es absurdo». Asimismo, resaltó un elemento imprescindible durante su reconstrucción: la energía. «Es esencial bajar a tierra un segundo y entender que las palabras sirven para definir ciertos estados», añadió.
En esta línea, aludió a la importancia de cambiar la actitud ante los problemas a una forma más individualista, porque para él en primer lugar debemos preocuparnos por nuestro entorno y ya después «pasar a la segunda fase». Además, apostilló que «nadie va a arreglar las herramientas públicas de la noche a la mañana. Lo único que puedes cambiar es tu actitud de forma individual».
«Por si las voces vuelven ha conseguido poner palabras donde antes había silencios»
Por si las voces vuelven, que cosecha doce ediciones y un constante éxito en ventas, ha conseguido poner palabras donde antes había silencios. Ahora su prioridad es que la gente sepa escuchar y deje de poner etiquetas o cerrar puertas cuando se necesita parar antes que el «no digas loco».
Abrumado por la acogida de «un pueblo muy bonito desde el coche y el hotel» aseguró, entre risas, no tener ninguna intención de volver a escribir porque «no tengo nada que contar y quiero gastarme antes el dinero». Martín clausuró una noche plagada de humor y emociones con un mensaje claro: «Es importante que la gente entienda que es muy complicado y que requiere que pongas toda tu energía sin excepción en ello, pero se sale».
Esta crónica ha sido realizada de forma conjunta con Lucía Rodríguez.