Manuel González, profesor de la Escuela de Ingeniería Agraria, lleva varios años esperando una reactivación de su grupo de investigación Mecanización general y optimización en la Universidad de La Laguna. Este plan, creado hace más de quince años, pero que actualmente se encuentra parado, no se ha sostenido debido a que “los temas agrarios no interesan dentro de las vías de financiación nacional, europea y autonómica”, afirma el investigador.
El peso del sector Primario, dentro de la economía canaria, no hace más que descender, y esto provoca que muchos de los proyectos vinculados al docente González se hayan visto anulados dada su baja rentabilidad: “Nuestras islas no están en las miras de la producción agraria”.
La orografía, la gran distancia que existe entre los centros de consumo y la ausencia del cooperativismo agrario son las principales claves que explican este descenso exponencial. No obstante, los máximos causantes de esta escasa autosuficiencia canaria en torno a la agricultura y la ganadería, son las importaciones: “Por culpa del Régimen Especial de Abastecimiento, el simple hecho de recibir alimentos del exterior, te aporta unos beneficios económicos que la propia producción no es capaz de conseguir”.
Es tal el derrumbe de la ganadería y la agricultura, que hasta una quesería en Arico, la cual llegó a ganar un premio internacional por su alto nivel gastronómico, ha tenido que cerrar por banca rota: “Este sector ni siquiera es capaz de garantizar lo que se conoce como seguridad alimentaria. Si se produjera una III Guerra Mundial, en Canarias no saldríamos adelante”.
Manuel González y su grupo no han desistido en la lucha por reimpulsar el grupo de investigación. No obstante, las ideas de autofinanciación y desarrollo de docencia práctica que han propuesto, ambas vinculadas a laboratorios de fabricación, fueron rechazadas ya que, según él, “todo tira para el turismo”.