Un grupo de investigación de la ULL junto con la Consejería de Transición Ecológica presentó el pasado lunes, 27 de febrero, un proyecto que determinaría las futuras temperaturas del archipiélago canario. Los resultados arrojaron que las temperaturas podrían subir en promedio entre 1 y 3 grados a finales de siglo, provocando que el número de noches tropicales sufriera un notable aumento, es decir, que las temperaturas no bajaran de los 20 grados. Además, en las zonas altas de las islas se espera que las temperaturas máximas podrían llegar a subir más de 4 grados, llegando incluso a un aumento de días de calor extremo en el peor de los escenarios.
En lo que respecta a las precipitaciones, todo parece indicar que la cifra de lluvias anuales sufriría un descenso, provocando que las zonas altas de las islas sean las más perjudicadas. Al igual que en la temperatura, en el peor de los casos la disminución podría asentarse en torno al 30 % a finales de siglo en gran parte de las islas, provocando así un aumento del riesgo por sequía.
Todos estos cambios de temperatura y precipitaciones derivarían en otros aspectos climatológicos como la humedad del suelo y del aire, la aridez del terreno y una mayor probabilidad de incendios forestales.
El Consejero autonómico de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, fue el encargado de presentar este proyecto conjunto con la Universidad de La Laguna en un convenio de investigación que duró 3 años: «Es fundamental que las administraciones públicas conozcamos los escenarios climáticos a los que nos vamos a enfrentar en los próximos años para planificar adecuadamente las acciones de adaptación y mitigación en los distintos puntos del archipiélago».