Tania Ion es una emprendedora, originaria de Rumanía, que lleva en España catorce años. La primera ciudad en la que vivió fue Barcelona, lugar en donde conoció a una joven alemana que inspiraría su vida hasta la actualidad. Esa amistad hizo que su filosofía de vida se rigiese por el minimalismo. Con ello comenzó su interés en los mercadillos en los que se intercambiaban ropa con el objetivo de evitar el materialismo. Hace un año llegó a la isla de Tenerife, donde comenzaron los intercambios de ropa en su casa. Hasta la actualidad sigue realizando estos mercadillos como eventos que ayudan a socializar y al medioambiente para evitar el consumo de ropa desmedido.
¿En qué consisten y cómo surgen los trueques de ropa? «Los intercambios de ropa son mercadillos en los que la gente hace cambalache con la ropa que ya no usa. Son generalmente gratis y dedicados tanto para hombres como mujeres. Aunque la mayoría de los que se llevan a cabo están dirigidos exclusivamente al vestuario femenino».
¿Dónde y cómo lo lleva a cabo? «Los primeros mercadillos los he llevado a cabo en mi casa, he llegado a recibir a más de quince personas. En la actualidad, ante el volumen de demanda que hay, he decidido realizarlos en lugares de co-working. La periodicidad de los eventos tiene que ver con las estaciones del año, así adapto cada mercadillo a la ropa que demande el clima en cada momento».
«Quiero generar conciencia ante las 92 millones de toneladas de ropa que se tiran al año»
¿Qué mensaje quiere transmitir a la sociedad con esta iniciativa? «Quiero generar conciencia ante cifras tan dramáticas como las 92 millones de toneladas al año de ropa que se tiran sin ningún tipo de reciclaje. Estos números equivalen a un camión de ropa cada segundo. Con esta iniciativa pequeña la gente se involucra en acciones medioambientales. Es necesario que las personas se vuelvan más consciente de la situación ambiental en la que se encuentra nuestro planeta».
¿Qué beneficios tienen los intercambios de ropa para el medioambiente? «Todo lo que tiene que ver con reutilizar, reciclar y reducir son acciones beneficiosas para el medioambiente y la salud del planeta y, por ende, para los seres humanos. Formar parte de esta iniciativa es equivalente a generar un impacto positivo en la sociedad. Un simple gesto como dar tus prendas a cambio de otra ya cambia el mundo».
«Para mí la pandemia fue un punto de inflexión, la naturaleza descansaba sin nuestra presencia»
¿Cómo pueden las personas cambiar los hábitos de consumo en la actualidad? «Para mí la pandemia fue un punto de inflexión en el que me percaté de que la naturaleza descansaba sin nuestra presencia. Considero que la regeneración y expansión de la fauna y flora durante nuestro encierro es un claro ejemplo de que debemos reducir nuestra huella en el planeta. Los hábitos se cambian con educación y concienciación, son la clave del cambio».
¿Cuáles son los próximos eventos? «Tengo pensado hacer mercadillos en abril o mayo de este año. No quiero que esto quede como una anécdota, sino como una acción periódica. La buena acogida me ha llevado a plantear el alquiler de un lugar de co-working para los próximos rastros. Cada uno de ellos busca generar una conciencia del cambio. Tengo claro que esta iniciativa es parte de mi filosofía de vida de acciones locales para cambios globales».