El Festival Internacional de Arte en la Calle, Mueca, se celebró un año más del 11 al 14 de mayo en el Puerto de la Cruz. El municipio tinerfeño acogió a miles de personas que disfrutaron de las actividades culturales. Las personas que participaron en el encuentro tuvieron la oportunidad de exponer habilidades humorísticas, musicales, de danza y creativas. El evento, además, significó una oportunidad de comercio para los locales de restauración de la Ciudad.
Las obras se extendieron a lo largo de todas las calles. Algunos locales se prestaron cómo Cómplices Mueca. El Café Ébano, La Mosca García, la Casa de la Cruz Roja y el Espacio Chimisay fueron algunos de los recintos que permitieron la presentación de las diferentes obras artísticas desarrolladas a lo largo de los cuatro días. Los espacios públicos también se convirtieron en escaparates culturales. La Plaza del Charco acogió la exposición de libros del Mueca literario y en la Plaza de Europa se expuso por primera vez una obra creada por el alumnado del taller de artes plásticas Giro-Arte de la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad (Sinpromi).
«El Festival permite a la comunidad envolverse entre mucha cultura, risas y una energía especial», afirmó Isabel González, trabajadora en una cafetería. A lo largo de los cuatro días se generaron encuentros generacionales entre más de cincuenta artistas nacionales e internacionales. «Mueca es una actividad que se disfruta tanto trabajando como asistiendo a las convocatorias», aseguró Fabiana, trabajadora de Mueca.
Algunas participaciones aprovecharon la ocasión para manifestarse y opinar sobre temas de actualidad y política con espectáculos como El Delta del Okavango, de la compañía Abubukaka y Vuelta al Chimisay Paradiso de la compañía La Pandilla. El público fue invitado a la reflexión en todas sus presentaciones.