Atteneri Rivero es bióloga botánica, se graduó en la Universidad de La Laguna (ULL) en 2015 y desde entonces, con un master en la materia, se dedica a la investigación de campo en diferentes proyectos que luchan por la conservación de la biodiversidad, especialmente de Canarias. Además, es activista por la misma causa, siendo una referente para la sociedad canaria, asistiendo a diferentes concentraciones, marchas y utilizando sus redes sociales como canal para informar, las cuales también le sirven de apoyo para su trabajo profesional.
¿Por qué decidió estudiar biología? «Siempre quise estudiar esta carrera. Desde pequeña me ha apasionado la naturaleza. Mi madre dice que con cuatro o cinco años le pregunté cómo se llamaban las personas que hacían los documentales que tanto me gustaba ver en la televisión. Me contestó que eran personas que habían estudiado biología. Ahí lo tuve claro. Aunque más tarde, dentro de la carrera, lo que realmente me di cuenta era que esta profesión la quería orientar a la conservación».
¿Cómo logra combinar su trabajo con el activismo que hace y las causas que apoya? «Ha sido duro porque al activismo le dedico mi tiempo libre. Las tardes, noches o fines de semana. El año pasado hubo meses críticos en los que me acostaba de madrugada preparando informes, leyendo documentos e investigando. Sacando tiempo incluso los domingos para las reuniones con el equipo o los abogados».
¿Diría que se complementan? «En el único punto que se complementan mi trabajo y el activismo es que mi experiencia laboral me ha dado herramientas para poder hacerlo, con los conocimientos adecuados y entendiendo los procesos de protección legislativa de hábitats y especies. También cumpliendo el mismo objetivo: la protección y conservación de la naturaleza son el eje de mi vida profesional y personal».
«Mi familia me enseñó desde pequeña lo especial de nuestra biodiversidad»
¿De dónde nace su pasión por la lucha por el medioambiente? «En casa, familia agricultora y padres enamorados de la naturaleza de las islas. Por lo que, mi familia me enseñó desde pequeña lo especial de nuestra biodiversidad. Y cuando alguien conoce algo lo valora, y valorando lo deseas conservar y cuidar. Mis padres son la causa de que haya asistido a manifestaciones relacionadas con la protección del medioambiente canario, a parte de ser un tema de conversación importante en el hogar. Los viajes que hicimos siempre fueron para conocer los diferentes paisajes de las islas así como nuestra cultura».
¿Puede contarme un poco sobre el premio que ganó recientemente? «La Violeta de oro es un premio que otorga la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) para reconocer y agradecer la labor en defensa del medioambiente en las islas. Este año he tenido el orgullo de recibirla por el trabajo voluntario dedicado en el 2022. Fue una sorpresa encontrarme entre los nominados, y lo agradecí enormemente. Aunque el trabajo es conjunto con un buen grupo de personas. Todas aportando lo mejor que sabíamos hacer».
A parte, es muy activa en sus redes sociales, ¿le sirve de apoyo para su trabajo o es un proyecto personal? ¿Cómo las maneja? «Las uso como proyecto personal, entendí que muchos de los conocimientos con los que trabajo son totalmente ajenos a la gente, y que contándolos o acercando un poco la biodiversidad canaria al resto de personas, los científicos y técnicos de la conservación lo tenemos mucho más fácil a la hora de acercar proyectos de protección o mejora medioambiental al resto de población, teniendo un apoyo y aceptación mayor».
«Hay ecosistemas o especies beneficiándose del trabajo realizado»
¿Qué es lo que más le llena de su trabajo? «Lo más que me llena de lo que hago es ver los resultados finales de los diferentes proyectos, porque el trabajo sirve para tomar medidas reales de conservación, y hay ecosistemas o especies beneficiándose del trabajo realizado, y también, aunque sea duro, trabajar mucho en campo. En contacto con la naturaleza».
¿Actualmente trabaja en algún proyecto? «Trabajo para el Parque Nacional de Teide, haciendo el inventario de flora vascular. Esto luego servirá para hacer diferentes análisis y como herramienta de conservación. A parte estoy organizando junto a mi pareja, que también trabaja para la conservación, diversas rutas para poder hacer divulgación en directo. Rutas interpretativas donde la gente pueda ver con sus ojos todo lo que intento transmitir en los documentales, vídeos y fotografías de redes sociales, aunque seguimos trabajando en esto, seguramente lo pongamos en funcionamiento en unos meses».
