La Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de La Laguna (ULL) celebró ayer jueves, 28 de septiembre, el encuentro estatal sobre planificación en gestión de las migraciones, diversidad cultural y convivencia social desde las Administraciones Públicas (Migradmi). El evento, que sirvió de puente entre ocho comunidades autónomas y siete universidades, se consolidó como un espacio para «lograr ser esa tierra de acogida de la que sentir orgullo», aseguró María Candelaria Delgado, consejera de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias. En palabras de Carlos Giménez, catedrático en Antropología Social, «Canarias es una casa en construcción y la crean todas las personas que residen en ella, con o sin papeles».
Tras la bienvenida, Vicente Zapata, moderador del encuentro, profesor en la ULL y experto en Geodemografía y Migraciones Internacionales, dio paso a María Candelaria Delgado. La consejera aseguró que el foro «supone una oportunidad para mejorar la gestión de migraciones», pues, en las islas Canarias «es un desafío que se debe tomar en serio». Desde su punto de vista, se han abierto oportunidades para mejorar con programas como, por ejemplo, Canarias Convive, un proyecto que, según Zapata, «no ha hecho nada más que viajar» y que pone el foco en mejorar la convivencia e integración en las Islas.
«Queremos convertir el Archipiélago en un referente de la planificación y gestión de migraciones», subrayó la consejera y agregó que «lo que se necesita no es solo solidaridad. También se requiere responsabilidad». Con el objetivo de mejorar el contexto actual, Delgado reconoció que el gran reto está «en la implicación del conjunto social», algo que, además, señaló como un aspecto «vital» para lograr un mejor contexto para quienes «abandonan sus hogares y buscan un futuro mejor».
«El movimiento migratorio forma parte del desarrollo de un pueblo»
Para Karoline Fernández, directora del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), la gestión de la diversidad y la convivencia tiene un impacto «global en un mundo cada vez más interconectado». Recordó que la migración es un «fenómeno que siempre ha existido». Sin embargo, en los últimos años «ha sido un tema central por su escala y complejidad», expuso y añadió que, pese a la dificultad, «se debe abordar con empatía, comprensión y visión a largo plazo».
La directora recalcó que «la migración ha enriquecido nuestras sociedades» y, aunque «es un desafío la integración de las personas migrantes», en palabras de Fernández, «depende más de la ciudadanía que acoge que de quienes llegan porque la migración no va a desaparecer. La gente se seguirá moviendo». Asimismo, la experta hizo especial hincapié en la importancia de «ofrecer garantías jurídicas y protección contra la discriminación» a las personas que llegan.
Por su parte, el alcalde de San Cristóbal de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, manifestó el orgullo que siente por la celebración del foro en el municipio. «Tengo pocos espacios para expresar libremente las sensaciones que tengo cuando debo lidiar con una situación como la migración», comentó. El alcalde incidió en la importancia de dejar de ver la migración como un problema: «El movimiento migratorio es crecimiento. Forma parte del desarrollo de un pueblo».
«Hay que respetar las diferencias, pero enfatizar lo común»
De la mano de Carlos Giménez se llevó a cabo la ponencia La convivencia en el centro de la agenda pública. El papel de la instituciones, profesionales y la sociedad civil. «Quiero agradecer a la Universidad de La Laguna y al Gobierno de Canarias porque el Plan Convive y el Plan Canario de Inmigración y Convivencia Intercultural son magníficos», comentó.
En palabras de Giménez, «la integración es un camino bidireccional e implica a toda la sociedad». El también director del Instituto de Derechos Humanos, Democracia y Cultura de Paz y no Violencia (DEMOSPAZ) de la Universidad Autónoma de Madrid recordó que la integración «no debe ser de migrantes. Debe ser con migrantes» y añadió que «tenemos mucho en común. Hay que respetar la diferencia, pero enfatizar lo común».
El ponente concluyó con una reflexión de la situación en Canarias: «Si solo se genera coexistencia pacífica en lugar de convivencia, las Islas acabarán en la oscuridad». Según Carlos Giménez, la coexistencia es «vivir al lado. Paralelamente. Mientras que convivir es relacionarse sabiendo que habrá conflictos, pero las tensiones se pueden aliviar de manera pacífica».
Por su parte, las instituciones, tal y como expresó el catedrático, «deben dar cobertura y amparar los proceso comunitarios, ejecutar políticas públicas y compartirlas con la sociedad civil». Además, sentenció que Canarias «será referente europeo, incluso mundial por el Plan de Migración con el que cuenta», pues, «las personas migrantes forman parte de la ciudadanía y esta es el punto de encuentro».