La Asociación Canaria de Estudiantes (ACE) se concentrará mañana viernes, 17 de noviembre, a las 17.30 horas en el Campus Central de la Universidad de La Laguna (ULL) para protestar por los efectos socioambientales del cambio climático. Los grupos ecologistas Salvar La Tejita; Asamblea en Defensa de Nuestra Tierra (ADNT); Ben Magec; Observatorio de Sostenibilidad y Rebelión o Extinción se sumarán a la manifestación en muestra de apoyo.
España afrontó este año su octubre más cálido desde que se tienen registros. Los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes: la sequía de la península ibérica, el incendio forestal masivo de Arafo y Candelaria o el encarecimiento del precio de los alimentos son solo algunos de los resultados de la destrucción ambiental.
«Hay aulas sin ningún tipo de ventilación, calefacción o suficiente aislamiento como para afrontar las temperaturas en invierno»
El sector terciario representa el 74.6 % del total del producto interno bruto (PIB) de las islas, siendo su actividad principal el turismo. La apuesta por macroproyectos que extiendan este porcentaje fue razón de polémica a nivel local en los últimos años debido a su impacto en la vida de los ecosistemas y las personas. Andrés Paz, portavoz de ACE y consejero social de La Universidad, menciona el Ecoresort La Pavona (La Palma) y Cuna del Alma como ejemplos. «Necesitamos un cambio de modelo productivo que no ignore las circunstancias planetarias e invierta todos sus recursos en paliar la situación», afirma.
Asimismo, subraya la importancia del acudimiento del estudiantado a la manifestación: «Hace unas semanas se suspendió la actividad lectiva. El calentamiento global es una realidad, y sus consecuencias marcarán nuestro futuro. Si nos encontramos en una situación irreversible, no podremos devolver a la sociedad lo que hoy aprendemos».
En diciembre de 2020, la ULL declaró el Estado de Emergencia Climática por decisión claustral. Sin embargo, el portavoz advierte la inadaptación de las infraestructuras de sus instalaciones, a las que calificó de desfasadas. «Hay aulas sin ningún tipo de ventilación, calefacción o suficiente aislamiento como para afrontar las temperaturas en invierno», sentencia.
