Guillermo Burillo, profesor en la ULL y jefe de Servicio de Urgencias en el Hospital Universitario de Canarias. Foto: A. Socorro

«El consumo de drogas en jóvenes puede producir cuadros psiquiátricos»

Ciencias de la Salud

Guillermo Burillo es profesor en el área de Farmacología de la Universidad de La Laguna y jefe del Servicio de Urgencias en el Hospital Universitario de Canarias (HUC). Burillo, además, participará el próximo lunes, 11 de diciembre, con las ponencias Consumo de drogas en general en jóvenes y Consumo de bebidas energéticas y fármacos, en las I Jornadas de Toxicología y Salud de la ULL, organizadas por la Delegación de Estudiantes de Medicina y la Facultad de Ciencias de la Salud. 

En España es habitual el consumo de drogas. Cada año el Plan Nacional sobre Drogas en jóvenes de entre 14 y 18 años determina cómo es el consumo de drogas en el país. En lo que respecta a la juventud, ¿cómo es el consumo? «Hay dos encuestas. Una se hace a jóvenes de entre 14 y 17-18 años, la encuesta Estudes. La otra, denominada Edades, a partir de los 18 y hasta los 65 años. Aunque no tengo datos actualizados de Canarias, en España depende. Entre la gente joven predomina el alcohol y el cannabis. A partir de ahí, de los 18 años, sigue estando el alcohol como primer tóxico, pero aumenta la cocaína y la anfetamina». 

¿Y en lo que respecta al tabaco? «El tabaco también. Es una droga, pero esa no la abordamos en las I Jornadas de Toxicología y Salud que se van a celebrar en la Universidad de La Laguna (ULL) el próximo lunes, 11 de diciembre».

¿Hay algún factor común o predisposición genética en las personas jóvenes que se convierten en drogodependientes? «Sí, hay una predisposición genética que hace que la persona se convierta en más consumidora de sustancias. Sobre todo para que quienes consumen desarrollen cuadros psiquiátricos. Está demostrado que el consumo de ciertas sustancias es la puerta de entrada al consumo de otras, por ejemplo, empezar pronto a consumir cannabis, según lo que se ha demostrado en varios estudios, deriva en otras sustancias. No hablamos de drogas blandas y duras. Ese es un concepto erróneo, pero se empieza por las más habituales y terminas por consumir otras».

¿Por qué es erróneo el concepto de drogas duras y drogas blandas? «Porque todas son drogas y tienen efectos perjudiciales sobre la salud. Todas enganchan y, aunque la gente diga que solo consume cannabis, es una droga que tiene efectos muy perjudiciales. La gente que aboga por la legalización del cannabis tiene un concepto equivocado, en mi opinión».

«A veces se utilizan mensajes falsos para captar a las personas»


Entre los factores comunes, ¿podría encontrarse provenir de familias desestructuradas? «Es un factor, pero no hay que estigmatizar. Haber crecido en el seno de una familia desestructurada no genera un mayor riesgo. De hecho, hay casos que surgen dentro del ámbito universitario. El factor sociodemográfico no es determinante. No hay que asociar el consumo de drogas a pobreza o marginalidad. Tampoco hay que banalizar que lo consuman jóvenes de familias con altos niveles socioculturales y económicos».

Desde su punto de vista, ¿qué es lo que incita a la juventud a consumir drogas? «Es multifactorial. Depende del ambiente en el que te mueves y al que te incorporas, del entorno, de la madurez… Hay ambientes en los que hay mayor predisposición».

¿Cuáles son las consecuencias más comunes que provoca el consumo de drogas? «En la juventud, tu cerebro está en formación. No es del todo maduro. Hasta los 21 años se calcula que el cerebro sigue en fase de crecimiento. El uso de sustancias como el alcohol hace que puedan producirse trastornos neurocognitivos del desarrollo y de la formación intelectual. Además, hay patologías psiquiátricas que se producen. A veces, alguien se convierte en un enfermo psiquiátrico permanente. Hay, también, aspectos orgánicos. Determinadas drogas producen efectos orgánicos que, aunque las empieces a consumir de joven y no te hagan nada a nivel orgánico, es decir, en el cuerpo, cuando llevas unos años consumiendo sí que habrá consecuencias». 

«La regulación está, pero los controles deberían ser mayores»


¿Hay información suficiente acerca del peligro del consumo de drogas? «Hay información de sobra. Sin embargo, hay desinformación sobre los supuestos beneficios, por ejemplo, del cannabis. Hay una industria muy potente que está luchando para que se legalice y normalice su consumo. Un ejemplo es que se vende Cannabidiol (CBD), que es legal, pero a veces lo que se intenta es lo que se conoce como captura corporativa, es decir, conseguir usuarios con mensajes falsos o manipulados».

En lo que respecta a menores de edad, ¿existe el control necesario para evitar que accedan a la compra de drogas? «No. Hay una regularización para el alcohol y el tabaco, pero hay jóvenes que los consumen siendo ilegal que lo hagan. La regulación está, pero los controles deberían ser superiores». 

¿Cómo puede mejorarse ese control? «Hay que evitar el consumo en determinados ambientes, empezando por las familias y continuando por los entornos socioculturales. Están las sanciones administrativas. No puede ser que haya menores con comas etílicos por las calles. En Carnaval, por ejemplo, parece que se controla más y, si hay un menor con un coma etílico, no se va del hospital hasta que llega su familia. También están los espacios de ocio. En principio, debería estar controlado el acceso a menores de edad, pero después ocurren cosas que, si se controlasen mejor, no deberían suceder».

«Es muy fácil desarrollar una adicción»


¿Qué ayuda se le ofrece a una persona con drogodependencia? «El Servicio Canario de Salud tiene, con profesionales de atención primaria y con la enfermería de familia, una opción que orienta a través de los equipos de salud como, por ejemplo, profesionales de la Psicología. Además, hay diferentes tratamientos que, por temas de delegación del Gobierno de Canarias se tratan en sitios como, por ejemplo San Miguel, que son los que tienen la competencia del tratamiento de adicciones».

¿Cómo es el proceso en el que una persona joven comienza a desarrollar una adicción? «Puede ser muy lento o muy rápido. Cuando ya consumes, por ejemplo, una cantidad de alcohol superior a la que se estipula se considera alcoholismo. Desde el momento en el que necesites consumir para estar bien física o psíquicamente ya has desarrollado una adicción. Es muy fácil que eso ocurra».

Con respecto a la actualidad, ¿considera que la llegada de Fentanilo a España, conocida como la droga zombie, es un peligro? «España es diferente a Estados Unidos. En Estados Unidos la venta no está regulada. En España, se necesita receta especial. El problema empezó cuando se recetaba de una manera más libre y la gente empezó a utilizar las recetas para comprar Fentanilo. En Estados Unidos lo que ocurrió es que se recetó de forma masiva y se pasó a un consumo ilegal. En España está más regulado».

¿Han detectado el uso de Fentanilo como droga en España? «El Fentanilo es un fármaco muy bueno para el dolor. Hemos detectado algún uso como droga, pero es minoritario y, a no ser que entre por mercados ilegales, es difícil que se llegue a la situación de epidemia de Estados Unidos. Hay que estar alerta, pero me preocupa más el vapeador. La sociedad piensa que no produce daños o adicción. Sin embargo, se inicia en el consumo de drogas con el vapeador. Es muy fácil pasar del vapeo de tabaco al vapeo de cannabis».

¿Existe un Plan Estatal para la Prevención del consumo de drogas? Sí. Hay un Plan Nacional sobre Drogas que se dedica a este tema. Las medidas sobre las que trabaja son prevención del consumo, información, datos, la mejora del tratamiento y la investigación científica». 

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