Una nueva investigación sobre la influencia del estado de silencio mental en la anatomía del cerebro humano se ha publicado en la revista Plos One. El artículo lleva por título Mejora en la conectividad estructural de la materia blanca entre la amígdala y el cingulado anterior en meditadores de Sahaja Yoga. La investigación ha sido coliderada por el profesor Sergio Elías Hernández de la Universidad de La Laguna, y Alfonso Barros, de la Universidad Jaume I de Castellón, en colaboración con la Universidad King’s College de Londres y la de Maastricht en Holanda, y de hecho llevan catorce años de estudio de los beneficios del estado de silencio mental para el cerebro humano.
La Meditación Sahaja Yoga (MSY) es una práctica en la se alcanzan regularmente la denominada consciencia sin pensamientos o silencio mental, estado denominado Nirvichara en el yoga clásico. El silencio mental es un estado de meditación en el que se tienen muy pocos o ningún pensamiento, estando con la atención en el momento presente en el aquí y ahora lo cual mejora la eficiencia y facilita la percepción e interacción con las emociones.
Dicho de otra forma, explica el investigador de la Universidad de La Laguna, «cuando estamos enredados en los pensamientos, estos dificultan y distraen la percepción de lo que ocurre en cada instante, entorpece la percepción objetiva de las emociones, y algunos pensamientos pueden reforzar emociones negativas que a la larga pueden generar estrés, ansiedad o depresión».
Meditación Sahaja Yoga
El estudio se realizó en el escáner de resonancia magnética de la Universidad de La Laguna, donde se registró la anatomía cerebral de materia blanca de veinte personas voluntarias, expertas en la Meditación Sahaja Yoga, y veinte voluntarias no meditadoras. La investigación se centró en el estudio de la anatomía de la materia blanca cerebral que conecta áreas muy relevantes para el autocontrol de las emociones y la atención, localizadas tanto en el hemisferio derecho como en el hemisferio izquierdo incluyendo la amígdala, el cingulado anterior y la ínsula anterior.
El estudio concluye que la práctica a largo plazo de la Meditación Sahaja Yoga se asocia con el fortalecimiento de las conexiones interhemisféricas entre las regiones límbicas y las que existen entre las regiones cerebrales cingulo-amigdalar y cingulo-insular relacionadas con procesos atencionales y emocionales que se denominan de autocontrol de arriba abajo (Top-down control). Estas interconexiones parecen estar relacionadas con los efectos a largo plazo del silencio mental desarrollado con esta meditación.