El Casco Histórico del Realejo Bajo presentó el cartel ‘Érase 2024’: ‘La ciudad del cuento y la palabra 2024’ los pasados días 12, 13 y 14 de abril en La Plaza de la Concepción. Obra de la ilustradora Laura Estévez. Esta nueva edición, bajo la temática de la película Coco, contó con actividades infantiles, culturales, feria del libro y talleres para toda la familia.
El evento del viernes comenzó a las 5 de la tarde, con un concierto inaugural denominado ‘Canta cuentos con Güicho’ en el que niños y niñas cantaron canciones infantiles y armónicas a la par que el propio Canta Cuentos.
A las 6 y 30 continuó la jornada con un espectáculo de Títeres. La compañía Italiana Dromosofista dio un espectáculo lleno de música, luces, monigotes y sombras. Dicha representación llevó al público a un mundo imaginario que jugó con los sueños y los deseos.
Las siete secuencias que forman una historieta de un abrazo hablan de un amor perdido, un encuentro entre dos sombras, un sueño y una sirena perdida. Cada una representó una pequeña historia visual y poética. Los intérpretes de la obra fueron los hermanos argentinos Facundo y Santiago Moreno y los italianos Rugiada y Timoteo Grignani.
A las 8 y 30 de la noche comenzó el último espectáculo del día. El grupo The Vid Band deleitó a los espectadores tocando varias canciones en las que los instrumentos de percusión y viento fueron los principales protagonistas de la función.
En la mañana del sábado continuó la feria del libro con un nuevo espectáculo de Títeres, esta vez producido por la compañía Pro Rodopi Art Center. Una organización de actores búlgaros; Petar Todorov y Desislava Minchevaque, quienes han actuado en teatros de todo el mundo.
El evento perduró hasta la 1 del mediodía. El grupo interactuó con las familias que fueron a disfrutar de la función. Interpretaron algunas de sus obras como Barsura por Ciruelas, una obra teatral que combina el humor con un cuento de hadas tradicional búlgaro sobre un hombre que quería encontrar una esposa buena y cariñosa.
La tarde del sábado llegó cargada de emoción, desde las 5 y media hasta las 6, el narrador Carles Domingo contó historias en donde se exploraron diferentes narrativas que incluyen aventuras de miedo como La montaña de libros más alta del mundo, cuentos que hablan de emociones como Dentro del tarro o Pastel para enemigos y obras con las que se pretende cultivar la imaginación de niños, niñas, jóvenes y adultos por igual; invitándoles a descubrir nuevos mundos y experiencias a través de la escritura.
A las 7 comenzó un nuevo espectáculo compuesto por la compañía Italiana Dromosofista, y al igual que sucedió el viernes, el público disfrutó de la experiencia musical y titiritera. El escenario se llenó nuevamente de un ambiente cargado de luces y sombras.
A las 8 y 30 se produjo el último evento de la noche, con un concierto de la banda Brass Band también conocida como ‘la 101’. La combinación de los instrumentos de viento sirvieron de armonía para dar fin a un gran día cultural en el municipio de Los Realejos.
Finalmente, el domingo no defraudó. Durante la mañana se realizaron diversas actividades que se repartieron de 11 de la mañana a 2 de la tarde. En primer lugar, la Compañía Estatal de Varna realizó un espectáculo de humor casi grotesco. Junto a la belleza de las marionetas talladas en madera y el uso de la música tradicional circense ayudó a recrear la atmósfera de la época de oro de este género como fue el siglo XIX.
La mañana continuó con los narradores Juan Carlos Toste y Carles Domingo, quienes contaron historias y cuentos que fascinaron a los niños y niñas de la localidad realejera. Por último, Güicho y su banda dieron lugar al último acto del día, un concierto de una hora que sirvió para cerrar una nueva edición de ‘Érase una vez Los Realejos’ de manera que las familias bailaban al ritmo de la música.