El pasado martes, 30 de abril, se abrió la campaña crownfounding del proyecto NeuroNanoNasal. Quienes se encargaron de su creación, Édgar Pérez, docente en el departamento de Ingeniería Química y Tecnología Farmacéutica e investigador, junto con Ingrid Morales, docente de Ciencias Médicas Básicas y también investigadora, pretenden llegar a los objetivos pautados. La meta mínima para desarrollar el primer prototipo es de 21 850 euros, mientras que el objetivo óptimo para ponerlo en marcha es de 47 725 euros.
¿Qué es NeuroNanoNasal? «Actualmente, los principales tratamientos utilizados en las patologías neurodegenerativas se basan en tratar o aliviar los síntomas de la enfermedad. Por ello, con el proyecto de investigación pretendemos desarrollar nuevas estrategias terapéuticas que ayuden a modificar el curso de las enfermedades neurodegenerativas, tales como la enfermedad de Parkinson».
¿Cuenta con alguna ayuda o colaboración? «Contamos con la colaboración de la Fundación General de la Universidad de La Laguna (FGULL) y la Cátedra Fundación DISA de Jóvenes Emprendedores – Universidad de La Laguna. Así, logramos poner en marcha esta campaña de financiación colectiva. Además, desde el principio tuvimos el apoyo incondicional de la Asociación Parkinson Tenerife«.
¿Cómo funciona? «En primer lugar, se va a desarrollar y optimizar un nanosistema que transporte moléculas bioactivas hacia el sistema nervioso central a través de la vía intranasal. En esta fase se utilizará la levadopa, que una vez en su diana terapéutica en el sistema nervioso central produce claras fluctuaciones motoras en el modelo animal de Parkinson. Listo el prototipo, se utilizará para transportar inhibidores de la actividad quinasa de la proteína LRRK2 hacia las neuronas o enviar oligonucleótidos antisentido que bloqueen la producción proteica en un modelo de la enfermedad de Parkinson».
¿Cómo surge? «Hace poco más de un año comencé una nueva etapa como investigador, independizándome y formando el grupo de investigación, ENCAPBIO-ULL. En ese momento, empecé a contactar con miembros del profesorado y profesionales de la investigación de diferentes áreas. Así contacté con el profesor Manuel Rodríguez, del área de Fisiología de la Facultad de Medicina, quien ha dedicado su vida académica al estudio del cerebro, siendo experto en la enfermedad de Parkinson. Desde nuestra primera conversación colaboré con él y su grupo de investigación, Neurobiología y Neurología Experimental, donde conocí a mi compañera, la doctora Ingrid Morales».
¿Cómo se afronta el reto de desarrollar un tratamiento para un trastorno que no afecta a dos personas de la misma manera? «Aunque parezca mucho el dinero que se quiere recaudar con esta campaña, no será suficiente para desarrollar por completo esta nueva estrategia terapéutica. Hablar en este momento de tener tratamientos personalizados que estén aprobados para su utilización en pacientes reales parece algo demasiado ambicioso para la etapa preliminar en la que nos encontramos. No obstante, tras el desarrollo del primer prototipo, pretendemos concurrir a las grandes convocatorias nacionales e internacionales de forma competitiva».
¿Qué tipo de dificultades aparecen en la investigación independiente? «Existen verdaderas dificultades a la hora de conseguir los fondos necesarios para llevar a cabo este trabajo, además de la parte docente, ya que somos Personal Docente e Investigador. En las convocatorias competitivas importantes se valora en gran medida la trayectoria consolidada y que haya liderado numerosos proyectos de investigación, por lo que en nuestro caso, nuestra única forma de tener éxito es concurrir bajo el paraguas de nuestra trayectoria».
«Esta tecnología será de aplicación en cualquier trastorno degenerativo, como el alzhéimer»
¿Qué otras patologías neurodegenerativas, aparte del párkinson, pueden ser tratadas con NeuroNanoNasal? «Al llegar al cerebro a través de vía intranasal, los fármacos llegan a la diana terapéutica en la dosis adecuada, mejorando la eficacia y disminuyendo su toxicidad y los efectos secundarios. Por tanto, esta tecnología será de aplicación en cualquier otra enfermedad neurodegenerativa como, por ejemplo, el alzhéimer o la paraplejía espástica. Así como en otras patologías que necesiten que los fármacos lleguen al cerebro como el glioblastoma, un cáncer del sistema nervioso central».
¿Cómo se compagina la actividad docente con este tipo de investigaciones y proyectos? «A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de experimentar la docencia sin la investigación y la investigación sin la docencia, en ambos casos me sentía incompleto. Por eso me encanta la vida académica en la Universidad. Aún así, para llevar a cabo este tipo de investigaciones tenemos que realizar campañas para buscar fondos y no podemos enfocar todos nuestros esfuerzos en la experimentación en el laboratorio o a la búsqueda de la solución a los problemas a través del estudio y el análisis».