José Herrero dirige la Camerata Lacunensis desde septiembre del año 2000. Es licenciado en Historia del Arte y Diplomado en Magisterio en la especialidad de Música por la Universidad de La Laguna. Como director del coro ha conseguido hasta una treintena de premios tanto nacionales como internacionales. Su nombre se traduce como coro de cámara de La Laguna. Este tipo de organizaciones se caracteriza por estar constituido por un número reducido de participantes. Desde que se fundó en 1993, su filosofía siempre ha sido mantener un equipo de voces seleccionadas con las que se pueda hacer un buen trabajo.
Camerata Lacunensis se fundó hace ya más de treinta años. ¿Cómo se siente al ser director? «Ilusionado y responsabilizado como el primer día. Creo que es un grupo que ha adquirido un nivel importante en estos años, con concursos internacionales, con premios y demás. Estoy muy contento de poder dirigir un equipo así, sobre todo por el tipo de gente que forma el coro. Somos una familia y es un placer poder estar dirigiéndola musicalmente. Y después, la responsabilidad de no bajar el nivel, de mantener siempre, pase lo que pase, entre gente nueva o salga, intentar mantener el nivel alto que tenemos».
¿Podría explicar cuál es su papel como director? «Mi función es puramente musical. Organizo los ensayos, elijo el repertorio, concreto las actuaciones, veo qué nos interesa, si hay posibilidad de ir a un concurso fuera o de hacer alguna gira. Además, dirijo todo lo que tiene que ver con la admisión. En este caso soy yo quien elige a la gente que entra en función de sus cualidades vocales y personales, que son muy importantes también. Básicamente todo lo que tiene que ver con el aspecto musical. Después tenemos una junta directiva que se encarga de todo lo demás, de lo que tiene que ver con los contratos con instituciones o cachés».
«Ganar premios te demuestra que estás haciendo bien tu trabajo»
Tienen a sus espaldas una treintena de premios, tanto nacionales como internacionales, ¿cuál ha sido el más especial? ¿Por qué? «Es difícil elegir porque todos son especiales. Cuando ganas un premio es una alegría tremenda. Compites con coros de todo el Mundo y ves que el trabajo que haces está bien, estás en el camino y todos los reconocimientos son bonitos. Aunque quizá el primero, en el año 2004. Fue el primer concurso que hicimos aquí en Santa Cruz, en la sede de CajaCanarias. No obstante, todos son especiales y los recuerdo todos. Sobre todo porque te mantienen en la línea y ves que el trabajo que estás haciendo está dando sus frutos».
El verano pasado participaron en Austria y consiguieron tres premios. ¿Cómo sentó tras llevar diez años sin participar en ningún concurso? «Esos también fueron especiales por los años que llevábamos sin concursar. Durante ese tiempo hicimos otros proyectos, grabaciones y demás. En verano nos apeteció intentarlo y nos fuimos a Austria. Conseguimos tres premios y también me quedo con ese, sobre todo porque hacerlo en el Internationaler Chorwettbewerb Spittal an der Drau, uno de los concursos más importantes a nivel europeo, fue único. Había coros de todo el Mundo, había estadounidenses, filipinos, tailandeses y de muchos países de Europa. Y bueno, nos llevamos premios en todas las modalidades que nos presentamos, incluso el Premio del Público, que siempre es muy especial».
¿Cuántas personas componen la Camerata? «Ahora mismo, 21 personas. Somos un coro mixto de cámara, once mujeres, nueve hombres y yo, que a veces canto y me sumo. La división de un coro se basa en sopranos altos, que serían las voces femeninas; tenores y bajos, que son las voces masculinas».
En algunas actuaciones actúan acorde a lo que dice la letra de la canción. Por ejemplo, hacen como que se caen o que no saben donde están. ¿Por qué se añaden estos detalles a los temas? «Va en función de las obras a interpretar. Hay gente más tímida a la que le cuesta mucho hacer este tipo de interpretaciones y otra que está más dada a hacerlo. Lo hacemos como una especie de guiño al público ya que es interesante mantener su atención. Además, el jugar con ese tipo de cosas generalmente las piden las partituras. No es que hagamos excesivas coreografías ni cosas así».
Camareta Lacunensis destaca por su versatilidad. ¿Cuál es la clave para arriesgarse a cantar Bésame mucho, El cuarto de Tula o incluso piezas barrocas? «Creo que la clave es no ser profesionales. Cada quien tiene su trabajo, yo soy profesor de instituto y esto es un hobby. No somos especialistas en nada, pero creo que sabemos hacer bien muchas cosas. ¿Por qué limitarte a un estilo o en una época? A veces es verdad que hemos probado cosas que yo como director me doy cuenta de que esto no nos va, no funciona por el tipo de voces, de conjunto o de expresividad que tenemos».
¿Cuál es el tipo de música que más interpretan? «Hacemos un poco de todo. Cantamos música del renacimiento, barroca, historicista, sudamericana, contemporánea, sacra, popular, entre otras. Además, considero que es bueno para el coro porque así no nos aburrimos. Si nos centramos en un único estilo, pues a lo mejor llega un punto en que lo mismo todo el rato cansa. En nuestros conciertos mezclamos muchos estilo. Es mejor para el público que haya variedad, que sea una muestra de todo lo que hacemos. No todo es sacro ni popular, vamos mezclando cosas y suele quedar muy bien».
«La Universidad de La Laguna apoya mucho a las iniciativas culturales»
¿Qué es lo más complicado en el proceso de cantar una canción? «Lo más complicado en coro quizás sea el aprender todo el repertorio de memoria. Nosotros no cantamos con partituras, todo va de cabeza. Exige a los cantantes un trabajo extra en casa porque aquí venimos a ensayar, vemos como suena, interpretamos y demás, pero si la semana que viene la obra tiene que estar de memoria porque tenemos un concierto hay que aprendérsela. Ese trabajo individual en casa es muy importante».
La Universidad de La Laguna destaca porque tiene cuatro coros universitarios. ¿Cree que la Institución fomenta este tipo de organizaciones? ¿Qué tipo de ayudas ofrece? «Creo que sí. Si no me equivoco, es la única universidad española con tantos coros universitarios. La ULL apoya mucho a cualquier tipo de iniciativa cultural, pero con esta en concreto tiene una especial sensibilidad. La ayuda que nos presta es el sitio donde ensayamos, participamos en los actos que organizan, en los inicios de curso y demás. Asimismo, llevamos el nombre de la Universidad cuando salimos a concursar. Lo más importante para el coro es que nos presten el lugar donde ensayamos, si no no tendríamos lugar donde practicar».
¿Cuáles son las futuras actuaciones o proyectos que tienen en mente? «Ahora mismo descansar porque nos guiamos por el calendario escolar, aunque tenemos algún compromiso en julio y en agosto. Después pararemos y descansaremos para retomar en septiembre para el último trimestre del año. Tenemos proyectos importantes que todavía no están confirmados, pero sí que hay algún concurso al que queremos ir. También hay algún concierto especial de aquí a noviembre ya que seguimos celebrando nuestro treinta aniversario».