«La fotografía macro es la llave de entrada al mundo de los bichos»

Medioambiente

«Contar cosas con la imagen es de los retos que más me atraen»

Manuel Arechavaleta (Santa Cruz de Tenerife, 1966) se licenció en Biología con especialidad en Zoología por la Universidad de La Laguna en 1990, y en 1995 se graduó en el Master de Gestión Ambiental en el mismo centro. Desde 1997 trabaja como biólogo en el Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias en relación con la gestión de espacios protegidos y conservación de especies y la naturaleza. Pero en esencia, comparte su carrera profesional con la fotografía, cuya afición lleva más de treinta años y con la que ha ganado las últimas cinco ediciones del concurso fotográfico NaturJazz.

La fotografía le llegó en la adolescencia, y como quienes empiezan, lo hizo con pocos medios, pero mucho entusiasmo. «Una cámara modesta que heredas, que te regalan, o que compras de segunda mano con mucho sacrificio. En mi caso esto fue suficiente para adentrarme en este mundo. Si se te contagia la enfermedad ya no hay marcha atrás», explica.

Baile nupcial de un macho de ‘mosca asesina’ (detrás) para seducir a la hembra con la que pretende copular. Foto: M. Arechavaleta

«La selección natural ha inventado reglas para el deleite de quienes nos apasiona la naturaleza»


Destaca de su estilo el relato visual, ya que su objetivo reside en querer contar o transmitir. En el caso de la fotografía de insectos señala que «en particular me gusta hablar de la historia natural de los bichos». Comenta que en su microcosmos viven personajes curiosos e interesantes, aunque no suelen llamar la atención, ya que, por lo general, los insectos causan más rechazo que atracción. La fotografía macro es la llave para entrar en su mundo y que le permite poner en manifiesto la sinfonía de colores, formas, diseños, estrategias y comportamientos de la vida en la naturaleza. «La selección natural ha inventado una reglas para el deleite de quienes nos apasiona la naturaleza», recalca el fotógrafo.

En su técnica cuida la composición de la imagen como una herramienta para reforzar el relato visual. Además de apoyarse el la psicología de la percepción, que enriquece la historia que quiere contar.  

Existe la distinción entre el fotoperiodismo y la fotografía documental, y Arechavaleta se decanta por la segunda. Así comenta que «al hacer fotos de naturaleza intento huir de la inmediatez y de la improvisación, y trato de hacer un trabajo más sosegado y planificado». La subjetividad aparece como herramienta para contar la realidad en sus fotos. Y considera que tanto el lenguaje compositivo como los recursos pictóricos son útiles para reforzar la idea o el mensaje que quiere transmitir. «Más que contar hechos, me gusta transmitir conceptos, paradojas, contradicciones o ambigüedades», aclara el biólogo.

Un caracol endémico de las cumbres de Jandía (Fuerteventura) cubre su concha con restos vegetales y piedras y arena para camuflarse entre las rocas. Foto: M. A.

Perseverancia, paciencia y observación


Los paisajes o las plantas son campos de los que se aleja. Él trabaja con animales y considera que esto supone una mayor complicación. «Se mueven y son impredecibles, no es fácil llevarse a casa la foto de la especie o el comportamiento que buscas», comenta . Ser perseverante, paciente y observar, son características que se deben perseguir y mantener para que la dificultad que presenta la fotografía se convierta en un reto.

Al fotógrafo le han pasado todo tipo de aventuras, desde que le ataque una legión de garrapatas, hasta llenarse de barro por tirarse al suelo. Siempre con tal de obtener la foto que busca. Además, también se ha encontrado con transeúntes que le han sorprendido. Algo que para alguien es importante, para otras personas puede ser una excentricidad. Arechavaleta cuenta que «una vez, fotografiando animales acuáticos en unos charcos en Chinamada, se me acercó una mujer a preguntarme qué hacía y al explicárselo, me sorprendió con que hay gente para todo».

La oruga de mariposa, conocida como gusano cogollero, se alimenta de hojas y flores. Foto: M. A.

«He tenido suerte de unir mis dos pasiones»


La biología es su profesión y la fotografía, su afición, y ha econtrado la manera de poder aunarlas. «He tenido suerte de unir mis dos pasiones», señala y asegura que la segunda se ha convertido en un complemento de su actividad profesional. De esta manera, la fotografía puede suponer un plus de especialización para destacar en el mercado tan competitivo ante el que nos encontramos.

Para Arechavaleta el mayor consejo que puede haber para iniciarse en la fotografía es «hacer instantáneas, cuantas más, mejor». Así señala que es el método más eficaz para que todas las personas se conozcon como fotógrafas. Otra recomendación es que no se le haga caso a los likes de las redes sociales. «Debemos capturar lo que nos gusta y como nos gusta», añade. Así se podrá alimentar la creatividad y construir un estilo propio.

Lo último sobre Medioambiente

Ir a Top