Jorge Higueras Martín es alumno de Psicología en la Universidad de La Laguna. En estos dos años que lleva en la ULL ha sabido compaginar sus estudios con su mayor afición: el baloncesto. No se trata de un base con desborde ni de un pívot de gran envergadura, se encarga de una labor más sacrificada y menos valorada entre los amantes del deporte: arbitrar. Pertenece a la FIBT (Federación Insular de Baloncesto de Tenerife) y se encarga de dirigir los encuentros en las categorías inferiores de la Isla.
¿Por qué decidiste ser árbitro? «Comencé a jugar al basket a los ocho años en el Club Baloncesto Unelco. Estuve nueve temporadas jugando hasta que decidí dejarlo cuando comencé bachillerato. Fue a los 18 años cuando un amigo me dijo que si me gustaba el deporte y quería seguir en este mundillo, podría dedicarme a arbitrar partidos. Era una forma de seguir ligado al ejercicio físico, en una modalidad que me apasiona y además podía ganar algo de dinero para mis ahorros».
¿Por qué el baloncesto? «Me gustan otros deportes también, de hecho practiqué fútbol sala durante un tiempo. Lo que me gusta del basket es la intensidad que se requiere durante todo el encuentro, su necesidad de tomar decisiones en milésimas de segundo y el juego en equipo que se requiere para hacerlo bien».
¿Crees que en la ULL dan la importancia necesaria al deporte? ¿A todas las modalidades por igual? «Creo que sí le dan la misma importancia a los distintas modalidades que ofrece el Servicio de Deportes de la Universidad, ya que en los programas que disponen no le dan mayores privilegios a unos que a otros. Sin embargo, opino que deberían encontrar la forma de que la comunidad universitaria vea estos torneos como un espectáculo mayor. Es necesario dar más publicidad al deporte canario, ya que es una forma de seguir un estilo de vida saludable y que los alumnos se entretengan haciendo ejercicio. En otros países como Estados Unidos es habitual ver las gradas llenas de gente que acuden en su tiempo libre a ver los torneos universitarios y una cantidad enorme de equipos de diferentes deportes».
¿Y en España? «Creo que le damos importancia al fútbol. Pero ni siquiera en él se sigue un planning adecuado. El deporte base está muy abandonado. La mayoría con bajos presupuestos, entrenando en campos en muy mal estado y con sueldos que no dan para vivir, además de que yo, como árbitro, pienso que estamos poco protegidos. En televisión ves resúmenes de media hora para los partidos importantes como la Supercopa de España que se dio en esta semana, pero apenas dedican tiempo para hablar de otros equipos, y mucho menos para otras modalidades deportivas».
«Es desagradable ver cómo recibes insultos por parte de jugadores, entrenadores o aficionados cuando te equivocas «
¿Los árbitros están bien valorados en nuestro país? «Nunca me han agredido físicamente ni me he sentido amenazado. Pero yo voy a una cancha a realizar mi trabajo lo mejor que pueda y a disfrutar de los partidos que veo, y es desagradable ver cómo recibes insultos o malos gestos por parte de jugadores, entrenadores o aficionados cuando te equivocas en alguna acción o simplemente son ellos quienes no la vieron bien. En la cancha, el árbitro es quien debe conducir el encuentro de la manera en que ningún equipo se beneficie de acciones injustas. Nos podemos equivocar, sí, pero no por ello nos pueden realizar ningún tipo de faltas de respeto».
¿Cómo compaginas tus estudios universiarios con los partidos que arbitras? «La verdad es que no me ha resultado un impedimento mi trabajo como árbitro a la hora de completar mis tareas en la ULL. La Federación nos pide que indiquemos las horas libres que tenemos durante la semana, y ahí nos asignan los encuentros que podemos cubrir. Hay partidos todos los días menos los miércoles, así que cada uno arbitra los partidos que nos venga bien en nuestro calendario».
¿Te ha servido estudiar Psicología para entender mejor el comportamiento de las personas en el baloncesto? «Sí. Sin duda, la psicología me ha ayudado a saber tratar ciertas circunstancias del juego y saber lidiar con los distintos comportamientos que puedan tener entrenadores, jugadores y aficionados».
«La psicología me ha ayudado a saber tratar ciertas circunstancias del juego»
¿Hasta dónde te gustaría llegar en tu profesión? «Hasta donde me lo permita mis estudios. Cada día trabajo para mejorar en mi vida laboral y estudiantil. Mi prioridad es la Psicología y arbitraré hasta que ya no tenga tiempo de hacerlo».
¿Te has planteado volver a jugar? «Sí, me encantaría. Pero para ello necesito un entrenamiento prolongado para adaptarme a las nuevas posiciones en el campo. Es tiempo del que no dispongo y me resultaría complicado llegar al nivel que tienen el resto de compañeros de mi edad».
¿Y ser entrenador? «Me lo he planteado alguna vez, pero no es un puesto que me llame tanto la atención».
