Dailo Barco, especialista canario en materia audiovisual, fue el encargado de abrir el homenaje al pintor y cineasta palmero Roberto Rodríguez Castillo, que tuvo lugar el pasado 26 de abril en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife. «El séptimo arte es una ventanilla que no solo nos muestra una imagen. Además, nos permite conocer a la persona que dirige la cámara y Roberto era una auténtica maravilla», apuntó el freelance.
El acto fue organizado por Filmoteca Canaria y contó con la colaboración del Cabildo de La Palma y Digital 104, empresa que prepara un largometraje sobre la figura del artista. «El objetivo es acercar las obras de un gran virtuoso al público, sobre todo a los más jóvenes», destacó Barco Machado. «Nos mostró a nuestro Archipiélago en color y en movimiento. Descubrimos paisajes prácticamente desaparecidos. Aunque ya no esté entre nosotros [falleció el pasado 3 de abril], creo que le gustarían estas actividades», resaltó.
Los ciudadanos y, en especial, todos los estudiantes de la Isla Bonita de la ULL que se acercaron al Círculo conocieron mejor su trayectoria a través de la reproducción de seis cortometrajes, como fueron Anatomía pétrea (1975), El juego del palo (1976) o Pueblo en flor, Puntagorda (1977). » Soy de La Palma y es un orgullo que reconozcan el trabajo de mi gente», nos contó Eva Zamara, estudiante de Derecho.
Por su parte, María González – Calimano, directora de Filmoteca Canaria, declaró a PERIODISMO ULL que «Rodríguez fue un creador que comenzó con la fotografía y la pintura antes de aficionarse al cine. Tenía un sentido del encuadre y de la composición que no tenían otros apasionados», subrayó.