El Paleotraining es una reconversión del fitness creada en 2007 y con origen en Canarias, Lanzarote. Recupera las acciones del hombre prehistórico, exactamente en la época Paleolítica. Los adeptos a este método de entrenamiento innovador comienzan a llenar los parques y establecimientos de varias ciudades españolas caminando descalzos, reptando, trepando troncos y levantando piedras, además de seguir la conocida como paleodieta.
En la actualidad, se reproduce un modelo de movimiento de autocarga, (se realizan ejercicios con el propio peso del cuerpo y elementos de la naturaleza), que tenían nuestros antepasados, impregnado de una imagen actualizada y fundamentos de entrenamiento del futuro. Estas nuevas ideas se han exportado a diferentes islas del Archipiélago, entre ellas Tenerife, Lanzarote y Gran Canaria; o a ciudades de la Península: Málaga, Barcelona…
Airám Fernández: «Si solo hemos evolucionado un 0,1% en 160.000 años, para qué inventar otros movimientos innecesarios»
“El cambio genético que ha sufrido la especie humana es mínimo debido a la escasa presión evolutiva o amenaza a la que ha sido sometida desde las glaciaciones. Si solo hemos evolucionado un 0,1 % en 160 000 años, para qué inventar otros movimientos innecesarios”. Con esta consigna Airam Fernández, entrenador, fisioterapeuta y fundador del Paleotraining, resume la esencia de una disciplina joven que tuvo su origen en un programa terapéutico para pacientes con problemas de columna u hombro.
Pero el verdadero germen del movimiento paleo tiene su primera piedra en Estados Unidos en relación con la nutrición. En 1980 una serie de médicos y antropólogos investigaba la escasa presencia de patologías cardiovasculares en determinadas poblaciones actuales que vivían como indígenas. De este estudio se concluyó que este patrón era parecido al que tenían nuestros antepasados y Airam Fernández quiso trasladar todos estos conocimientos a un entrenamiento basado en la funcionalidad e intensidad de sus sesiones, en el ayuno estratégico a la hora de ejercitarse y la variabilidad de los tipos de preparación que sus propios alumnos definen como adictivas
Raquel Vargas es una de esas adeptas que acuden semanalmente a seguir esta disciplina: “Yo conocí el método Paleo gracias a un programa de televisión en Lanzarote en el que Airam entrenaba a personas con sobrepeso que querían cambiar su vida. Yo participé y, desde entonces, he adoptado hábitos saludables tanto en las comidas como en el deporte”.
Un entrenamiento diferente
Para Fernández la principal seña de identidad de su creación es el bienestar que genera, ya que son movimientos que tienen coherencia para el organismo y cuyo objetivo no es ganar masa muscular, sino preparar dicha musculatura y aportarle un cariz saludable. Además de lo visuales que pueden llegar a ser, ya que no utilizan máquinas, se entremezclan dos mundos, el prehistórico, entrenando descalzos por ejemplo, con el tecnológico midiendo las pulsaciones y repeticiones e incluso diseñando un entrenamiento vía online.
“Cuando llegas a la sala hay un calentamiento determinado para cada mes. Suele ser un kilómetro corriendo y luego una serie de repeticiones de seis a siete ejercicios. Luego en una pantalla hay un entrenamiento para cada persona y sexo según su nivel paleo”, nos cuenta Vargas.
Este nivel paleo es la principal meta o pauta de mejora que se proponen los pupilos del Paleotraining. Para ello, se realiza un control de los niveles de grasa cada 15 días y se suelen realizar dos tests. El primero de ellos, para medir la capacidad cardiovascular y. el segundo, para extraer el nivel de seguridad, es decir qué ejercicios dominas y cuáles no eres capaz de hacer. Tras los resultados se establecen los tres niveles, (incapaz, con dificultad, con dominio), por los que el entrenador de turno se regirá.
“Los movimientos en la actualidad son más de 200. Los sistemas de entrenamiento han aumentado incluso hasta 100 y muchos de ellos utilizan un modelo fraccionado interválico, pero no todos ya que también hay sistemas de fuerzas. Esto quiere decir que realizamos esfuerzos por fracciones de intensidad”, asevera Fernández.
La paleodieta
Otro de los principios más importantes de este método es la alimentación. Al igual que la base deportiva, los alimentos que integran esta dieta son similares a los de la Prehistoria. La paleodieta rehúye por completo de nutrientes propios de la revolución agrícola como los cereales, los lácteos y de los que aportó la revolución industrial, (azúcares, grasas trans y aceite vegetal). Así, esta busca cubrir dos grandes grupos de nutrientes: los macro, donde se encuentran las proteínas, las grasas y los carbohidratos; y los micro, que aportan minerales, vitaminas y flavonoides.
Los principales beneficios se centran en tres pilares básicos de la salud: la antiinflamación, (para mejorar diferentes alteraciones), el equilibrio del ph,(con el que evitar dolores y calambres musculares) y la normoglucemia, (proporciona un mayor equilibrio energético y un menor almacén de grasa).
Raquel Vargas: “Es el método que ha salvado mi vida”
La paleodieta tiene fanáticos y detractores, además de contar con un número elevado de personas que desconoce realmente cómo aplicar de forma correcta todas las pautas que se indican. Uno de sus defensores, el propio creador de la disciplina, aclara los prejuicios y los mitos sobre ella: “En el mundo paleo no hay dietas, solo modelos para entender la nutrición relacionados con estilos de vida, los cuales se definen por lo que no comemos y no por lo que sí”.
Dos de los puntos más característicos de este régimen son las 3 comidas y ayunar estratégicamente antes del entrenamiento. “La dieta Paleo no te dice que debas hacer tres comidas, sino que el ritmo de ellas no debe estar estipulado. Relativo al ayuno es una opción fisiológica de cualquier rutina deportiva”, aclara Fernández.
Tras conocer todos los puntos que integran el Paleotraining podemos llegar a la conclusión de que no se le puede encasillar dentro de un mero tipo de entrenamiento, y el testimonio de Raquel Vargas así lo atestigua: “Es el método que ha salvado mi vida. Lo definiría como un estilo de vida”. El movimiento paleo ha llegado para quedarse devolviéndonos a nuestros orígenes más primitivos.