Un grupo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha llevado a cabo un estudio que demuestra que la erupción marina que tuvo lugar en El Hierro en 2011 no causó ninguna fertilización biológica. De este modo, se contradice los resultados de indagaciones anteriores. Este trabajo ha sido publicado en la conocida revista Scientific Reports y ha contado con la colaboración del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG) y el Instituto Universitario de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones Numéricas en la Ingeniería (IUSIANI).
La conclusión a la que han llegado los expertos es que este fenómeno no aceleró la recuperación del ecosistema en la costa de La Restinga, donde aconteció la explosión submarina, hace siete años. Así, se desmiente la teoría hasta ahora aceptada, la cual constataba que el aumento de fitoplancton y clorofila que se produjo en aquella época fue causado por la emisión de sustancias. Asimismo, los científicos han aclarado que los nutrientes originados por el suceso se diluyeron y no ocasionaron ningún efecto bioquímico.
Por otro lado, se ha confirmado que los cambios producidos en la cantidad de estos elementos han sido provocados por la variabilidad estacional natural e interanual. Además, esta circunstancia no solo afectó a la isla del meridiano, sino que se dio de forma generalizada en todo el Archipiélago.
La erupción de este volcán, bautizado como Tagoro, se ha convertido en uno de los acontecimientos más importantes de los últimos tiempos, desde el punto de vista vulcanológico. A día de hoy todavía es objeto de análisis, pues según informa la Agencia EFE, ha seguido emitiendo hierro al océano, por lo que su actividad no ha cesado completamente.