Seis voces, un motivo: «No al acoso escolar»

Cultura / Ocio

La ONG Internacional Bulling Sin Fronteras afirmaba el pasado año que los casos de acoso escolar han ido aumentando con el paso del tiempo. En las escuelas primarias y secundarias de España, la agresividad entre los niños y adolescentes parece no conocer límites. Por este motivo, la asociación ACANAE, que vela por la seguridad y bienestar de los menores que sufren este tipo de agresiones no solo físicas, sino también psicológicas, organizó ayer un concierto benéfico en El Búho Club de La Laguna. A las 20.30 horas el local ya estaba lleno y los artistas preparados para deleitar al público.

Tras el agradecimiento por parte de la directiva de la Asociación Canaria No al Acoso Escolar, Mariana Hernández abrió la velada con su guitarra y su voz en primer plano. Después de asegurarse de que se hacía el silencio en la sala, sus palabras fueron: “¿Consiguieron aparcamiento?”. Con ello, sonaron las primeras risas de una noche que se aseguraba larga y especial. En las canciones que tocó, se habló de la verdad, el silencio y los recuerdos. “No quiero encontrar el final de frente”, entonó. La cantante aprovechó para mostrar su apoyo a la causa y dar las gracias a los presentes por haber aprovechado la noche del viernes para salir a pasarlo bien y concienciarse sobre un tema delicado.

Hay que mantener la ilusión por seguir adelante


El segundo en subirse al escenario fue Damián Santos, que también bromeó al comienzo de su turno. Arrancó con una muestra de gratitud hacia la asociación, los artistas y la gente. Él hizo alusión a las ganas y la ilusión por seguir hacia delante. En su segunda interpretación, los asistentes acompañaron el ritmo con palmas, amenizando aún más el ambiente. Luego subió Sandra Afonso, a la cual describió Santos como “la música en persona”. A dúo con una guitarra, una flauta travesera, una voz femenina y otra masculina, cantaron que “en un momento antes de dejar la vida, Aurora brilla más que nunca”.

Llegó la hora de que Lucía Sweeran, cantautora y estudiante de Psicología en la Universidad de La Laguna, cogiera su guitarra blanca y vocalizara la famosa canción de M Clan titulada Miedo. “Para empezar, diré que es el final; no es un final feliz, tan solo es un final… Pero parece ser que ya no hay vuelta atrás”. De pronto, el estado anímico del pub cambió: Alejandro Santana se posicionó al lado de Sweeran para hacer que el público cantara y bailara con Lo Malo, uno de los éxitos del momento gracias a Ana Guerra y Aitana, ambas concursantes de la última edición de Operación Triunfo.

Fran Gamora: «La música es una solución a este sufrimiento»


Santana, futuro profesional de la Medicina, compartió escenario con la mayoría de los artistas invitados, aunque también hubo tiempo para que diera a conocer  algunas creaciones propias. Se atrevió a cantar en acústico más cerca de los presentes, consiguiendo una relación más íntima. Por otro lado, Fran Gamora, el instrumentista principal de la noche, utilizó unos minutos para destacar que, a pesar de no saber cómo erradicar el acoso escolar, sí tiene constancia de que “la música es una solución”.

Para finalizar, Tori Ferrer marcó el compás de No puedo vivir sin ti, no hay manera. Entre cervezas y conversaciones varias, las personas no dudaron en hacer los coros de la canción. Pablo López estuvo presente gracias a ella, que decidió entonar Hijos del verbo amar, en honor a las personas del colectivo LGTBI que sufren por su condición sexual, y El Patio por la propia letra. El evento, que duró casi tres horas, terminó con “muchas gracias”, “feliz fin de semana” y con la esperanza de borrar para siempre el dolor que supone sufrir bulling en algún momento de la vida.

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