«Tenía obsesión por Ruth. Esa no va a encontrar nunca a los niños con vida. Se lo ha buscado» es la declaración de José Bretón, que mató a sus hijos por celos en 2011. Siguiendo sus pasos, Sergio Oliva confesó: “Yo solo quiero tenerte a ti a mi lado, no necesito hijos» y los asesinó en Alemania en 2017. Estos testimonios reflejan la crueldad de un fenómeno, la violencia intrafamiliar, en la que se ven perjudicados los menores. Si ya de por sí la vida de los niños se ve, en muchos casos, golpeada por factores como el hambre, la enfermedad o incluso la esclavitud, se le suma el abuso de todo tipo: físico, sexual o de explotación, y ocurre en todas partes del mundo. Un problema que está lejos de erradicarse.
En el caso de los más pequeños, lo que se busca es el impacto psicológico, a través del control, el sometimiento y las agresiones a personas que no están directamente involucradas en el núcleo del conflicto. Para esto existe un concepto denominado síndrome de Medea, que se refiere a los padres o a las madres que matan a sus hijos para vengarse del cónyuge.
600 000 menores sufren violencia directa por parte de sus padres
Y es que, según datos, se estima que alrededor de 600 000 menores sufren violencia directa por parte de sus padres. Unas cifras alarmantes que cada año aumentan. Solo hay que estar pendiente de las noticias para darnos cuenta de lo loco que se ha vuelto el mundo. Ana Julia, la asesina de Gabriel de 8 años, era la pareja del padre y lo mató por celos. José Bretón asesinó a Ruth y a José. Recientemente en Getafe, José Alberto Gálvez ahogó y luego quemó a sus dos hijos, Marina y Alejandro. Así, mucho más casos, pero me reitero, esto no solo sucede en España.
Estas informaciones han hecho que aumente la sensibilización social, pero ello no ha llevado a articular planes eficaces de prevención general, ya que en la mayoría de los casos, estas situaciones se dan en procesos de divorcio o denuncia. ¿Dónde está la protección a los críos y a las mujeres cuando piden órdenes de alejamiento? ¿Qué seguridad tienen esas familias que denuncian a la expareja por malos tratos? A día de hoy, muy poca.
Por desgracia, matar a los hijos por venganza comienza a ser frecuente: ocho, en el último año y 24 el total de niños asesinados en los últimos cinco años solo en España. Pero es que ninguna forma de violencia es justificable. Hay maltrato hacia la mujer y los animales, pero también existe el maltrato infantil y es uno de los más olvidados. No hagamos que se olvide, sino que desaparezca y ojalá algún día, sean los más pequeños los que golpeen a la enfermedad, al hambre, a la esclavitud y al maltrato, para que puedan abrir paso a la felicidad en sus vidas.