En una época en la que los deportes de moda como el fútbol, el baloncesto o el tenis son los que más triunfan entre el público, están emergiendo nuevas formas para practicar actividades físicas, mantenerse en forma y gozar de una buena imagen y salud. Una de estas novedades es la gimnasia hipopresiva. En la ULL, desde hace varios años, Manuel Méndez Palomares es el que se encarga de hacer que la gente conozca más sobre esta disciplina y animar al público a asistir a sus clases.
Usted ha competido a nivel internacional en distintas disciplinas de artes marciales, ¿por qué decidió ser monitor de gimnasia hipopresiva y cuándo empezó a interesarse por esta actividad? “Desde pequeñito tuve la suerte de hacer karate, arte marcial en la que aún sigo inmerso, y en es aquí donde he tenido la suerte de poder competir a nivel provincial, nacional e incluso internacional. Formarme en el Método Hipopresivo ha sido relativamente reciente, además era una técnica que desconocía”.
¿En qué consiste la gimnasia hipopresiva y cuáles son los principales beneficios? “Las técnicas son complejas por lo que si no se realizan correctamente bajo la supervisión de un especialista cualificado pueden dar resultados totalmente diferentes a los esperados. Los hipopresivos son ejercicios posturales y respiratorios que implican a un porcentaje elevado de músculos y que provocan la disminución de la presión torácica, abdominal y pélvica. Con los hipopresivos devolvemos la función de la faja abdominal, sostén de los órganos internos, mantener una postura correcta, que se va perdiendo con el tiempo si no se entrena o tras un embarazo. Sus principales beneficios son la tonificación de la musculatura abdomino-perineal, la reeducación postural, reducción del perímetro de la cintura, la prevención de disfunciones como la incontinencia urinaria y todo tipo de hernias: inguinales, abdominales, crurales, vaginales… regular los parámetros respiratorios, prevenir lesiones articulares y musculares por la normalización del tono muscular general y, como todo ejercicio físico, proporcionar bienestar y placer”.
¿Con qué edad y en qué casos esta recomendado empezar a realizar este tipo de ejercicios? ¿En qué casos no recomienda practicar la gimnasia hipopresiva? “No creo, desde mi punto de vista, que sea una actividad para realizar en la edad infantil, pero sí que se puede realizar desde que queramos, siempre y cuando no esté contraindicado para esa persona. Las Técnicas Hipopresivas fueron creadas por el doctor en Ciencias de la Motricidad y especializado en Rehabilitación, Marcel Caufriez, a través de su dedicación a la reeducación uro-ginecológica. Los beneficios de este método los puede experimentar un amplio espectro de personas y con diferentes objetivos. Mujeres que ya han sido madres, personas que desde muy jóvenes practican deporte y que tienen sus primeros síntomas de incontinencia urinaria, personas sedentarias que quieren mejorar su postura, deportistas que quieren mejorar su rendimiento deportivo… Este método está contraindicado en algunos casos: mujeres embarazadas, personas con hipertensión o personas con enfermedad de Crohn».
¿Qué clase de público suele asistir a sus clases? “Aquí en el Servicio de Deportes de la ULL, el grupo de hipopresivos es un grupo heterogéneo, pero predomina fundamentalmente mujeres que ya han sido madres. También hay jóvenes cuyo objetivo es prevenir las lesiones comentadas anteriormente, pero este grupo es más reducido. Aún es un tipo de gimnasia bastante desconocida, aunque ya se habla mucho de ella en distintos medios».
¿Notan sus alumnos los beneficios de esta disciplina? “A lo largo de este tiempo ha pasado mucha gente por esa actividad que ofrece el Servicio de Deportes y, evidentemente, habrá respuestas de todo tipo si le preguntamos a cada uno de estos. Para conseguir unos beneficios y alcanzar unos objetivos que nos hayamos planteado, debe haber constancia en el trabajo. Creo que eso es imprescindible siempre en todas las actividades, y a veces parece ser que no se tiene la paciencia suficiente. Por lo tanto, hay muchas de esas personas que han asistido a clases que viene de forma esporádica, que no lo hacen luego en casa, etc. Y, evidentemente, así no pueden notar ningún beneficio. Decir que todo el mundo está satisfecho sería quizás muy pretencioso por mi parte, pero sí debo decir que hay un grupo estable que lleva mucho tiempo y que están muy contentos con la actividad y comprueban en el día a día los beneficios que les aporta».