En la actualidad, con la aparición de las grandes superficies en cada vez más poblaciones, existe una complicación progresiva para adquirir productos saludables. José González, nutricionista, entiende que mantener una ingesta sana es más barato a corto y a largo plazo, y expone que el matiz diferencial está en si hay una demanda de esta alimentación. De esta manera, llevar a cabo una selección de este tipo de comidas es tan fácil como escoger aquella lo menos industrial posible. Así, deberíamos crear una predilección hacia bienes alimentarios elaborados en Canarias o en la región geográfica propia, que no vengan del exterior.
González observa que muchos consumidores entienden el emblema light como signo de un producto más sano. Además, concibe que los compradores mal interpretan el mensaje “sin azúcares añadidos”. “Algunos jugos con este emblema muestran incluso una mayor cantidad”, menciona el entendido. Los procesos industriales provocan la perdida de las vitaminas y la fibra, concentrando el azúcar. Por ello, es mejor opción comer, por ejemplo, una naranja natural.
De este modo, los alimentos ligados a una dieta sana serían los productos locales y de temporada. La iniciativa Ecocomedores escolares en Canarias promovida por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, apuesta por llevar este tipo de comestibles, propios de la agricultura canaria, a los centros de enseñanza. Esta estrategia no solo configura una buena alimentación en la etapa de crecimiento de los niños, sino que incentiva el mantenimiento de la economía endémica.
Por último, González hace referencia a que una dieta no solo tiene correspondencia con una rutina marcada e inmutable, sino que también es un hábito o unas preferencias determinadas. En conclusión, existe una tendencia de algunos grupos concienciados hacia la vuelta de las formas alimentarias del pasado, a la cocina de nuestros abuelos. Cabe aquí la reflexión de si el avance industrial está beneficiándonos o perjudicándonos en cuanto a salud se refiere, puesto que un planteamiento interesante sería si estamos comiendo mejor o peor que hace 50 años.