En la comunicación son necesarias las palabras, porque sin ellas no podríamos expresarnos, ni transmitir a los demás lo que queremos decir y lo que sentimos, ¿qué ocurriría si no existieran? Pues que estaríamos todavía en la época de la teoría de la evolución del ser humano. En el pasado, la gente se comunicaba a través de gestos, algo que hoy es impensable. La verdad es que no nos imaginamos retrocediendo en el tiempo. De ahí que el lenguaje necesite ser conservado y bien empleado por los hablantes de las distintas lenguas.
Si queremos que la palabra se use adecuadamente, debería evitarse que los políticos utilicen vocablos que no están recogidos, ni siquiera en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Y sí, los líderes tendrían que hacer un buen uso la lengua, porque se supone que representan a todo el pueblo español, y eso conlleva a que la manejen bien.
No obstante, una de las labores principales de los periodistas es hacer una aplicación correcta de esta forma de expresión, pero se les están pegando los términos inventados por las figuras del estado. No llego a entender por qué hacen una copia barata de los términos empleados por los dirigentes. Claro, la gente cuestiona el trabajo de un profesional de la comunicación por escribir palabras inexistentes o inventadas por otros, pero pocos se detienen a analizar si los gobernantes hacen un buen uso de ella. Así, hablamos del empleo de la lengua y no de criticar si las posiciones que quiere defender cada partido político son del agrado de uno o de otro.
La lengua puede acabar perdiendo su esencia
Con esto quiero llegar a la conclusión de que tenemos que ser conscientes de que la lengua puede ser modificada, pero si no modelamos y conservamos el lenguaje establecido, puede acabar perdiéndose su esencia. Y ya no solo esto, sino que también nosotros perdemos nuestra identidad respecto al habla, y si esta se pierde, ¿qué será de nosotros?
La palabra nos identifica y nos diferencia, nos da las claves para expresarnos. El lenguaje no se refiere solo a los sonidos que articulamos al hablar, sino también a la escritura, la pintura e incluso… ¿la música? Sí, la música que está siendo muy cuestionada por el vocabulario usado en las canciones. Insisto, ¿por qué se critican las letras de canciones y no las palabras empleadas por los mandatarios? Pues, porque nos interesa más lo que escuchan nuestros hijos, debido a que gran parte de ellos se pasa todo el día con los auriculares y se ponen a cantar lo que escuchan. Y más, últimamente con las canciones de Bad Bunny, Bryant Myers o cualquier otro cantante de ese estilo que llega más a un público juvenil y sus letras no son las más adecuadas como para que un niño tenga en la boca las palabras que ellos emplean. Nuestros hijos son el futuro y si no nos encargamos de conservar nuestro lenguaje, ¿cómo hablarán las generaciones futuras?