La Sección de Filosofía de La Universidad de La Laguna acogió ayer, lunes 21 de mayo, una de las ponencias incluidas en el XX Curso de Primavera del IUEM de la ULL: Mujeres y creación cultural. Reescribiendo el Canon con Perspectiva de Género. La conferencia titulada Hasta el canon: El encuentro entre la crítica feminista y la Historia del Arte fue moderada por Leticia Díaz Polegre e impartida por Yolanda Peralta Sierra, profesora del Departamento de Historia del Arte y Filosofía y conservadora en el TEA.
Peralta comenzó explicando que durante más de sesenta años el manual La Historia del Arte de Gombrich fue el más vendido y el más utilizado en las universidades en el ámbito anglosajón aunque en su interior no mencionara a ninguna creadora. Por ello, la ponente centra su charla en torno al levantamiento de estas, que pretende mostrar al mundo la existencia de las mismas en el arte. “Afortunadamente, el movimiento feminista ha propiciado que en el campo de la historia se reelaboren conceptos y teorías no correctas”, indicó.
A su vez, argumentó que “las historiadoras están basando sus estudios en cuestionar las normas y valores que se establecen en la historia, en recuperar a artistas olvidadas y no reconocidas, así como en criticar la hegemonía patriarcal dentro de la disciplina”. Además, la invitada se centró en analizar que no hay que importar el feminismo a la cultura, sino que hay que entenderlo dentro de la misma como una intervención activa.
¿Genias o genios?
Asimismo, explicó que en el mundo creativo solo se rescatan las vidas de autoras que han tenido algún episodio de violación o aborto. “Si las biografías obviaran aspectos como la maternidad o los vínculos amorosos, dejaríamos de caer en el peligro de crear interpretaciones que exageran el aspecto personal de las obras sin atender a otras cuestiones como el contenido”, apuntó.
De esta manera, comentó la inexistencia de la palabra genia, ya que el término masculino estaba vinculado a los parámetros de calidad e influencia para dejar fuera todo aquello que no se ajuste a las reglas varoniles establecidas. Añadió que “se ha planteado por parte de las investigadoras implantar la palabra genia”.
Finalmente, la docente se declara una profesora feminista, ya que no puede separar el trabajo de su creencia. “Estudio los mismos objetos que aquellos investigadores canónicos pero desvelando el sexismo presente en las diferentes disciplinas y criticando la invisibilidad de las artistas en nuestra sociedad”, manifestó.