El tríceps se encuentra en la parte posterior del brazo, con respecto al bíceps. Mientras que este último nos ayuda a subir un objeto desde el suelo, el músculo protagonista de hoy permitiría tirar de una carga de arriba hacia abajo. Así, está constituido por tres porciones: cabeza larga, lateral y medial. Dependiendo del tipo de movimiento trabajaremos una u otra. Los entrenamientos de esta parte del brazo ayudan a prevenir la famosa grasa que cuelga y es tan molesta. Llegar al fallo muscular es necesario para la ganancia de masa muscular. Así, la dificultad de algunos ejercicios con el peso corporal puede hacer llegar, a un principiante, a sus últimas fuerzas sin necesidad de equipamiento.
Las flexión diamante es una de las flexiones más costosas, por ello también existe la posibilidad de realizarlas con las rodillas apoyadas. Es importante flexionar los codos hacia fuera y mantener el tronco firme. Al igual, es recomendable estar pendiente de la articulación del codo, ya que la lesión de la misma es muy frecuente. También, ejercitaremos otros músculos en menor medida, como el pectoral. El siguiente ejercicio es la extensión vertical con la mochila. En este interviene, sobre todo, la cabeza larga del tríceps. Cabe destacar que se puede realizar con ambos brazos, pero esto hace más costoso mantener rectas las dos articulaciones.
Los fondos de tríceps se pueden realizar apoyándonos sobre cualquier superficie en alto. El pecho debe proyectarse hacia delante, evitando siempre quedar con la cabeza hundida entre los hombros. Además, es importante terminar el rango de extensión. Los fondos en paralelas son muy desafiantes si no se tiene un cierto recorrido. Cabe destacar que para fortalecer el tríceps debemos colocarnos verticalmente sobre el suelo, si no, intervendría el pecho. Al igual, los codos no deben flexionarse hacia fuera. Debemos realizar 4 series de, aproximadamente, 8 o 12 repeticiones cada una. Aunque puede aumentarse su cuantía, en los dos últimos ejercicios, para desarrollar la resistencia.