Una de las definiciones más adecuadas para esta inclinación habla sobre aquellos objetos y accesorios que a pesar de tener cierta edad, no son del todo antiguos. Esta palabra era utilizada por las bodegas de vino, para definir la calidad de sus mejores productos y se ha adaptado a los objetos o prendas de ropa, que aunque tengan cierta edad, representan calidad y exclusividad. En lo referido a la moda vintage, está representada por varias tendencias.
Por un lado, las piezas de otras épocas, que realmente fueron elaboradas entre 1900 y 1980, y que son en general, únicas y muchas de ellas elaboradas a mano o de manera artesanal. Por otro lado, están aquellas que emulan dichas épocas pero que realmente han sido la inspiración de muchas de las prendas que adquirimos hoy en día. La industria textil ha conseguido convertir piezas nuevas en otras que parecen recordar a épocas pasadas.
Único e inigualable
Vestirse voluntariamente de segunda mano sugiere distinción cultural y económica. Además, satisface el deseo de ser diferente y de alejarse del consumidor típico. A su vez, esto invierte tiempo en el cultivo de la originalidad sin necesidad de utilizar la clase o el privilegio del dinero. Cuando nos referimos a la moda vintage, hablamos de los trajes de chaqueta ochenteros con grandes hombreras que instauró Balenciaga, de la vuelta irreversible de la pana y el terciopelo, los zapatos blancos de punta fina con kitten heels, y un largo etc.
Las redes sociales han sido el principal motor que ha hecho de esta tendencia una necesidad. Han conquistado los armarios de numerosos influencers que no han dejado de sorprendernos con outfits que incluyen este tipo de prendas.
Existen numerosos mitos alrededor de esta inclinación. En muchas ocasiones, se cree que es un sinónimo de ropa sucia, pero no es así necesariamente, ya que muchas de las prendas que se pueden conseguir en boutiques o bazares ya han pasado por la tintoría previamente. A su vez, se tiende a pensar que resulta anticuado o fuera de moda, sin embargo, lo ideal del vintage es que se adapte con facilidad a nuestro fondo de armario moderno. Un claro ejemplo de todo esto es el destronamiento de los vaqueros pitillo, por aquellos que hacen referencia al pasado, como los mom jeans, los de campana, los culottes o los cropped flared.
Las modas van y vienen, pero la personalidad se mantiene. Elegir con cabeza puede hacer de nuestros looks algo único y atractivo.
- Fotografía: Tomás Rodríguez Suárez.
- Estilismo: Flamingos Vintage Kilo, por Patricia Rodríguez.
- Maquillaje: Alberto Carpio.
- Modelo: Virginia Padrón.
- Localización: Pirámide de Guajara de la ULL.