La Universidad de La Laguna celebró ayer lunes por la tarde su Día Institucional, rememorando la efeméride de la firma del decreto que ordenaba su fundación. El acto de celebración de este aniversario, que tuvo lugar en el Paraninfo, sirvió para honrar a las personas que conforman la comunidad universitaria, ya sea para despedirlas con honores en el tiempo de su jubilación o para destacar su excelencia en diferentes facetas mediante varios galardones.
El rector, Antonio Martinón, enfatizó en su intervención el compromiso de la Universidad de La Laguna con la sociedad, lo que a su juicio queda patente en la colaboración de Alumni y del Consejo Social. Martinón, que repasó uno a uno todos los galardones concedidos, dijo que su equipo de gobierno ha puesto todos los esfuerzos por apoyar a los jóvenes investigadores y ofrecerles una carrera investigadora sólida, lo que no se ha logrado en todos los casos, pero sí ha sido un avance sustancial, a través de diversas convocatorias. “Los héroes de nuestro tiempo son los jóvenes que están haciendo la investigación de hoy y harán la de mañana”, destacó.
El rector adelantó que en los próximos días convocará las elecciones al Rectorado, y agradeció a las “tres brillantes catedráticas” que han mostrado su interés de concurrir a estos comicios, “por su paso valiente al hacerlo”. Dio las gracias por el apoyo que ha recibido de la comunidad universitaria, y también de la sociedad, y concluyó su intervención afirmando directamente: “Yo quiero a la Universidad de La Laguna”.
En el apartado de discursos institucionales, que serviría como colofón de la ceremonia, también intervino el presidente del Consejo Social, Raimundo Baroja, y la presidenta de la asociación Alumni ULL, Carmen Pitti. Baroja se dirigió especialmente a los jóvenes premiados por sus trabajos fin de máster, de quienes dijo que son el futuro de la sociedad y los protagonistas de una nueva era. Ciro Gutiérrez, director general de Universidades, presente en el acto institucional, felicitó a la Universidad de La Laguna por este reconocimiento a la excelencia en distintos ámbitos.
Carmen Pitti, por su parte, recordó que la asociación que representa nació en 2001, mediante la colaboración de un pequeño grupo de personas, mientras que hoy cuenta con más de dos mil asociados y que gracias a sus cuotas mantienen y potencian la vinculación con esta casa de estudios y su conexión con la sociedad. Recordó los premios que concede esta entidad y otras actividades que realiza la asociación.
La ceremonia comenzó a las 19.00 horas con la conferencia Importancia de Betancuria en la formación del habla canaria, que dirigió el catedrático de Filología Española Marcial Morera Pérez. En una amena intervención apuntó que los viejos betancurianos y teguiseños realizaron una particular adopción de nombres prehispánicos. Lo que hoy llamamos habla canaria, “que como toda lengua periférica viene precedida de mala prensa”, explicó Morera, es un amalgama de culturas diferentes, no en vano contiene resquicios del francés antiguo, portugués y árabe, que se mezclaron con el habla prehispánica de aquel entonces, y de todo ello salió una versión diferente del español peninsular, enriqueciéndolo en muchos casos.
Reconocimiento al personal jubilado
Tras la conferencia, se procedió a homenajear a las personas vinculadas profesionalmente a la Universidad de La Laguna que solicitaron su jubilación el pasado curso. En primer lugar, se entregó sus distinciones a once miembros del personal docente e investigador. En representación del colectivo habló Francisco José Valladares Parrilla, quien afirmó que esperaba, en nombre del colectivo, “haber impregnado a los estudiantes de un espíritu universitario, es decir, universal”.
Seguidamente le tocó el turno a los integrantes del personal de administración y servicios del centro que cesa su actividad laboral en el centro, en cuya representación habló uno de los homenajeados, Fernando Rodríguez Junco. El portavoz destacó la voluntad de servicio del colectivo del PAS, que ha acompañado a estudiantes y profesorado en la realización de sus proyectos, dijo.
En este apartado dedicado al personal hubo un momento especialmente emotivo de reconocimiento a Santiago de la Cruz Díaz Rivero, por su inestimable y desinteresada colaboración en los actos académicos solemnes en los que ha continuado participando como ujier hasta la actualidad, a pesar de que compromiso formal con la institución que finalizó en 2009. “Echo de menos la universidad”, dijo el homenajeado.
Premios institucionales
Otra parte importante del acto se centró en la entrega de diversos premios que honran la excelencia académica, profesional y científica de diversas personas de los colectivos que conforman la Universidad de La Laguna, convocados por la propia Institución académica, el Consejo Social y la Asociación Alumni ULL.
En primer lugar, se entregaron los premios institucionales de la Universidad de La Laguna. El correspondiente a las Mejores Prácticas en Administración y Servicios recayó en el Servicio de Microscopia Electrónica, cuyos responsables son Marcos José Frías García y Juan Luis González Álvarez, el segundo de los cuales subió al escenario para recoger el premio. El premiado dijo que la senda de la calidad es su objetivo diario, y quiso compartir el galardón con el resto de laboratorios del Servicio General de Apoyo a la Investigación.
El Premio a la Innovación Educativa fue concedido a Manuel Nicolás Hernández Guerra de Aguilar, del Departamento de Medicina Interna, Dermatología y Psiquiatría, por el proyecto titulado Implementación del método de aprendizaje Aula Inversa en Ciencias de la Salud, que ha supuesto una mejora en el rendimiento del alumnado del centro. El profesor explicó que el proyecto surge con y para el alumnado, que ha gustado mucho a los estudiantes y ha conllevado una clara mejora en sus calificaciones.
El tercero de los premios institucionales, de Investigación, reconoce la trayectoria científica de una persona atendiendo a los méritos expresados en su currículo. En esta ocasión, fue concedido a Margarita Isabel Ramos Quintana, catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, con cinco sexenios de investigación y que da muestra de una calidad investigadora muy por encima de la media de esta área en el ámbito nacional. Ramos Quintana señaló el honor que significa para ella este galardón, y agradeció a sus colaboradores el apoyo, dado que la investigación, dijo, nunca se realiza sola. Dedicó el premio a los jóvenes investigadores, para que sean valientes en sus proyectos y en la captación de fondos, y a su propia familia.
El Premio al Mecenazgo de la Universidad de La Laguna, que otorga directamente el Rectorado a entidades que hayan destacado por su colaboración con el centro, recayó en la Fundación MAPFRE Guanarteme, con la cual se mantienen varios acuerdos de colaboración que han redundado en ayudas de diferente naturaleza dirigidas principalmente al alumnado, y sobre todo de potenciación de su internacionalización. Recogió la distinción José Barbosa Hernández, vicepresidente de la entidad.
El último premio institucional, a la Internacionalización, fue otorgado al Servicio de Idiomas de la Universidad de La Laguna, por sus 25 años de enseñanza a toda la comunidad universitaria y la integración de los estudiantes internacionales a través de sus cursos de español como lengua extranjera. Lo recogió su jefe de estudios, Reinhard Duglay, quien apuntó que el premio es un gran honor para el servicio al que pertenece, que cumple ahora veinticinco años de vigencia y que está formado por un “magnífico equipo humano muy comprometido con su trabajo”.
Consejo Social y Alumni
La segunda tanda de premios correspondió a los entregados conjuntamente por el Consejo Social de la Universidad de La Laguna y la Asociación Alumni ULL a los mejores trabajos fin de grado realizados por el alumnado. En la categoría de Arte y Humanidades la ganadora fue Myriam Hernández Domínguez; en Ciencias, Ruth Rodríguez Ramos; en Ciencias de la Salud, José Manuel de la Vega Fernández; en Ciencias Sociales y Jurídicas, Estefanía Acosta; y en Ingeniería y Arquitectura, Daniel González Calvo.
El último bloque de galardones corresponde a los concedidos en solitario por Alumni ULL. El Premio a los Valores Humanos en el Alumnado de la Universidad de La Laguna José Luis García Pérez recayó en la asociación de Jóvenes Investigadores de Tenerife (JINTE), que fue recogido por Sara Barrios Díaz, su presidenta. La dignificación de la actividad investigadora es uno de los propósitos de esta asociación, recordó su portavoz, que afirmó que ha intentado acercar la ciencia a la sociedad y divulgar la actividad científica entre la ciudadanía, al tiempo que reclamó condiciones dignas para los jóvenes investigadores.
El Premio al Mejor Expediente Académico de la Universidad de La Laguna del curso 2016-17 fue concedido a Irene Bello Hernández, alumna del Grado en Español, mientras que el Premio Alonso de Nava Grimón, que distingue a una persona que haya estado o esté relacionada con el centro académico y se distinga por su trabajo, por su espíritu crítico y conciliador, y que desarrolle actividades para la comunidad, recayó en la profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud Nélida Rancel Torres, exvicerrectora de Relaciones Universidad y Sociedad. La galardonada recordó los 45 años que ha estado vinculada a la Universidad de La Laguna, primero como alumna y después como profesora de Medicina. Hizo gala de su lealtad a la institución, donde se ha desarrollado profesionalmente, y donde se ha granjeado la amistad y el reconocimiento de multitud de personas de la comunidad universitaria, al tiempo que tuvo un reconocimiento hacia sus padres, quienes le inculcaron los valores que ha tratado de defender a lo largo de su vida.
Tras una actuación musical a cargo de la clarinetista Amanda Armas Capote, el acto se cerró con las palabras del presidente de Consejo Social, la presidenta de Alumni ULL y el rector.