Una gran fila de jóvenes, no tan jóvenes e incluso padres abarrotó el túnel de entrada del Aguere Cultural. Cupido fue la razón de semejante alboroto a última hora de la tarde del domingo. El concierto programado para el sábado en un principio tuvo que ser pospuesto y trasladado de su lugar de origen, el Búho Club, debido a algunos problemas de espacio ya que el grupo cuenta con bastantes integrantes. Lejos de suponer un paso atrás, el aumento de oferta de entradas tras el cambio hizo que un pequeño grupo de afortunados encontrase un hueco. Desde las calles desiertas que circundaban la icónica sala se podía escuchar el murmullo de una multitud ansiosa por ver al grupo en su primer evento en la ciudad. Además, la expectación estuvo justificada, ya que en Gran Canaria se deshicieron en elogios ante su paso por la otra isla capitalina.
Tras la dilatada espera, los seguidores más ágiles se hicieron con los primeros metros, prácticamente pegados a la tarima donde después estarían los músicos. Cabe decir que esta agrupación formada por el cantante de trap, Pimp Flaco y la banda Solo Astra por ahora solo cuenta con un disco en su haber, por lo que se esperaba una sesión breve, pero intensa. Esa intensidad la llevó por bandera la multitud asistente que, nada más ver cruzar a los artistas, vibraron al unísono. Cupido había llegado por fin.
Como era de esperar, los primeros compases del bolo estuvieron llenos de energía. Un público completamente entregado y ensordecedor secundó cada verso de canciones que cada día son más himnos, como Continúa o U know. Además, alternaron algunos éxitos previos del vocalista e incluso hubo espacio para la broma, ya que le pedían a los asistentes qué eligiesen el próximo tema y alguno pidió Pico tres, una de las más conocidas del cantante. Y así entre risas, saltos y mucha música se acercaba el ecuador del evento.
«¿Tenéis el móvil con batería todos?»
Pimp Flaco aludió a los asistentes: «¿Tenéis el móvil con batería todos?» e introdujo Telepatía, una tema que trata el concepto de las relaciones más allá de la conexión telefónica: «Da igual si el iPhone se te ha quedado sin batería, podemos hablar aunque sea de noche o sea de día». Esto dio paso a miradas cómplices entre las parejas que conformaban parte de la multitud asistente. Cosa normal dado a que, como bien su nombre deja intuir, la temática principal sobre la que versan estos artistas es el amor, en todas sus formas. Y sin casi parar, tocaron 5 sentí 2, canción que habla sobre esa cara más amarga que tiene el enamoramiento cuando se acaba.
Aprovechando que antes el público dejó claro que sus móviles sí tenían batería, la banda pidió a los técnicos de luces de la sala que apagasen toda la iluminación, dejando como única fuente de luz las linternas de los teléfonos y mecheros. Tejieron este ambiente más íntimo y personal con la intención de presentar un tema inédito, como compensación por las molestias ocasionadas tras el cambio de fecha. La recepción de esta iniciativa fue unánime y tajante, los seguidores se daban por compensados. Además, fue un momento de lucimiento personal de los guitarristas que perpetuaron sendos solos en primera fila, para goce de los que fueron los más rápidos en coger sitio.
«Si os digo que si queréis otro tema me decís que no, ¿vale?»
La tónica, aparte de la música, fue el humor. Por lo que entonces empezó un pequeño tira y afloja entre cantante y público: «Si os digo que si queréis otro tema me decís que no, ¿vale?». Hasta que Pimp Flaco cerró con un: «¿Veis? si es que no sabéis mentir». Con esto dieron paso a uno de los sencillos que lanzaron a esta peculiar agrupación a la fama, No sabes mentir. Esto fue recibido con gran alegría por toda la sala al poder corear de nuevo letras ya conocidas.
El concierto llegaba a su fin, dado el limitado repertorio y la voracidad con la que los oyentes habían devorado cada acorde. Al ser una localización estrecha la temperatura aumentó por momentos y se veía que los asistentes y los artistas lo estaban dando todo. El trapero entonces hizo referencia a esos padres que acompañaron a sus hijos, dedicándoles a ellos y a todas las familias en general, otro de los temas insignia de la joven banda, Autoestima. Así, cerró el esperado evento, con cánticos en bucle versando: «Mi papá y mi mamá me hicieron la cara demasiado bien».