Laura Valli es una artista italiana con residencia en Tenerife cuyo objetivo es mezclar el mundo de las artes plásticas con la industria de la moda. Valli tiene 29 años y nació en un pueblo cerca de Milán. Desde hace ocho vive en La Laguna. La diseñadora crea diferentes tipos de prendas: cazadoras, camisetas, bolsos o pantalones, y les añade un diseño personalizado que cada cliente puede pedir. Ha realizado diferentes colaboraciones, entre ellas con el grupo musical Vivetranqui, cuya portada de su canción Arde un sueño, dedicada a La Palma, fue realizada por la artista.
¿Cómo fueron sus comienzos? «Cuando a los 18 años terminé mis estudios en Italia decidí mudarme a Londres porque mi objetivo en ese momento era ser bartender profesional. Después de tres años, volví a Tenerife y mi vida cambio por completo. Le empecé a dar espacio a la luz que tenía dentro y tuve una evolución artística enorme, ligada estrechamente a mi camino de crecimiento personal».
¿Cómo se dio cuenta de que quería dedicarse al arte? «Hace tres años empecé a sufrir ataques de pánico, por lo que comencé a pintar. Me ayudó a transmitir los estados de ánimo que tenía y los que querían ser escuchados. La verdad que pintar es mi práctica diaria de meditación y no puedo prescindir de ella. El arte es uno de los pilares sobre los que se basa mi evolución, primero como ser humano y luego como mujer. Aprendí a expresarme sin límites y sin necesidad de palabras».
¿Cuáles son sus objetivos? «Tengo tres principales ahora mismo: crear una colección nueva, desarrollar el proyecto de un mural bastante grande que me encargaron en una villa en el sur de Tenerife y seguir publicitando mi colección de prendas personalizas para que sea más conocida en toda la Isla».
¿Cómo fue el nacimiento de su línea de prendas? «Empecé pintando cuadros, pero un día una amiga me dijo si podía pintarle una chaqueta porque le encantaría llevar mi obra de arte por la calle. Así comencé a realizar mi línea de prendas personalizadas. Lo que hago es pintar emociones, sobre todo las que cada persona experimenta en diferentes partes de su vida. Me inspiro también en el feminismo. Así nace la realización de una obra de arte en movimiento que puede mostrar la vida cotidiana de la gente. Permite estar en contacto con las emociones y reforzar los valores, por eso es algo muy especial para mí».
¿Cambió mucho su vida al llegar a Tenerife? «Sí. Tenerife es mágica para mí. Es mi hogar y no puedo imaginar estar en otro sitio. Canarias tiene una energía muy diferente, es encantadora y es muy fácil enamorarse de las Islas, son únicas en el mundo. Sobre todo la gente, que es estupenda».
¿Cuáles son las grandes diferencias entre Italia y Tenerife artísticamente? «Personalmente las veo como dos bellezas únicas en su género. En Italia tuve bastantes influencias, en Tenerife también».
«Te convencen de que vivir del arte es imposible, pero es lo mejor que he hecho»
¿Qué emociones le despierta su trabajo? «Lo que hago me transmite felicidad, amor y paz. Me hace sonreír y entender que la clave en la vida es reconocer y encontrar tu verdadero ser. Cuando logras eso tu vida revoluciona. Lo que le deseo a todo el mundo es la capacidad de luchar por hacer lo que más desea».
¿Da miedo empezar de cero en el mundo del arte? «Pues sí. Te convencen de que vivir del arte es imposible. Es verdad que la competencia es mucha y eso hace que los pensamientos autolimitantes aparezcan. Da vértigo dejar tu trabajo sin ninguna seguridad de lo que va a pasar. Sin embargo, a mi se me abrió un mundo. Da mucho miedo dejar lo que es seguro como puede ser un contrato de trabajo y un sueldo, pero es lo mejor que he hecho».
¿Cuáles son sus propósitos de futuro? «Sobre todo quiero seguir participando en eventos, pintando al vivo en conciertos, por ejemplo. En los que colaboro suelo hacer rifas y sortear prendas para darme a conocer. Además, estoy preparando un taller de arte como terapia, donde enseñaré a cada participante a realizar su propio cuadro o prenda».
¿Cómo se define? «Una mujer fuerte, determinada y muy emocional, sobre todo enamorada de la vida».