El próximo 25 de mayo entra en vigor el nuevo Reglamento de Protección de Datos (RPGD). Esto se traduce en grandes cambios en las empresas, sobretodo en las relacionadas con Internet. A partir de ese día, si es ciudadano europeo, todo negocio que recopile información sobre usted necesitará tu autorización para ello. Además, tendrá la obligación de informarle sobre todos los detalles: para que la utilizan, como la tratan, etc; aunque no se trate de una firma europea.
¿Sabe la cantidad de información que guarda Google de usted? Los sitios web que visita, su localización o incluso su voz. Pero, ¿también conoce que usted puede acceder a ella? Muchas veces no nos damos cuenta de la cantidad de cosas que puede a llegar a conocer una red social sobre nosotros, hasta lo que buscamos. Una vez esté la ley activada las compañías se verán obligadas a darnos explicaciones claras y nosotros a leerlas. Es cierto que la actualización es una forma de proteger más al ciudadano pero, ¿sirve para algo si los usuarios no nos molestamos en aprender sobre ello?
Instagram controla los movimientos que realizamos en la pantalla
¿Cuántas veces le ha dado a aceptar a unas condiciones que ni siquiera ha leído? Todos hemos tomado la decisión de dar clic. Si es usuario de Facebook o Instagram en los últimos días le habrá surgido un cartelito que le ofrece leer los términos de seguridad. Si accede, descubrirá que el segundo paso guarda incluso sus movimientos en la pantalla.
Pero no tenemos tiempo de leer los cambios que están haciendo. Le damos a aceptar lo más rápido posible para poder ver los contenidos de las redes. Acepto las condiciones y vendo mi vida, porque quiero ver ya las fotos de mis amigos. No hay tiempo que perder para revisar qué van a saber de mí y cómo lo van a manejar.