Carmen Rodríguez Wangüemert es profesora en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación en la Universidad de La Laguna. Es directora y docente en el máster de Ciencias de la Comunicación, así como del título propio Comunicación para el Desarrollo: cultura de la Paz, Igualdad y Derechos Humanos. Además, trabaja en investigaciones de proyectos I+D+i sobre Género y Comunicación. Como magistral en el Grado de Periodismo, imparte la asignatura de Análisis en los Mensajes Informativos al alumnado de segundo curso, a los que no da fórmulas para escribir bien, sino que invita a pensar lo que se tiene que escribir «para un buen ejercicio de la profesión”.
Rodríguez está en este ámbito por vocación, ya que desde pequeña sentía un atractivo especial por la lectura y la redacción, aunque “no sabía muy bien lo que era el periodismo, como le pasa a mucha gente”, apunta. No obstante, tenía familiares que habían trabajado en la prensa con anterioridad. A su vez, ha tenido mucha admiración por los reportajes televisivos o programas como A fondo, pero, en especial, por la información en profundidad.
«Jugamos con realidades separadas»
Para ella, lo más difícil de esta profesión es que “jugamos con dos realidades que están a veces separadas, o sea, lo que se ha de exigir como formación y luego, el referente de que el periodismo avanza y hace sus evoluciones más allá de todos los fundamentos teóricos”. Va innovando por sí solo, y por eso para los docentes es complicado congeniar las demandas de los estudiantes respecto a romper las estructuras establecidas.
En relación a la asignatura que imparte, Análisis en los Mensajes Informativos, considera importante centrarse en hacer pensar a los estudiantes como periodistas. Para ello, los sitúa constantemente a través de una popular frase suya: «Todo lo que sea contextualmente periodístico es susceptible de ser periodismo”. Por otro lado, defiende que es fundamental conocer el entorno, distinguir lo que es información y lo que no lo es dentro de todo lo que sale en los medios de comunicación social.
Lo fundamental en esta materia para la profesional es dar a conocer los nuevos temas que puedan abordarse en la información y cuáles son los escenarios más recientes, sin olvidarse de la diferencia de los géneros en la redacción. «Es importante aprenderla porque versa sobre los conceptos básicos de la carrera”, resalta.
La docente insiste en que uno de los objetivos que persigue en sus clases es “hacer que se piense, porque el periodismo, como cualquier otra actividad, puede mimetizarse». La experta opina que cualquier persona que quiera puede copiar los formatos, incluso, aprender los ritmos en los que se escribe, pero lo que no se aprende es precisamente a pensar.
Del mismo modo, aconseja a los estudiantes que quieran especializarse en periodismo impreso que lean, sobre todo, lo que sea informativo. En este sentido, señala que una forma de aprender es fijarse en autores que admiren y analizar cómo esa persona ha estructurado su pieza y los fines que persigue.
Rodríguez asegura que los futuros profesionales llegarán a ser buenos en lo que se están formando si aman lo que hacen, entienden su función social e informativa y trasladan de forma sencilla los asuntos más complejos.