El I Seminario en Cáncer Pediátrico de Canarias comenzó en la tarde de ayer, lunes 7 de mayo, en el Aula Magna del Aulario de Guajara. El evento, organizado por la ULL en colaboración con la Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales de Canarias (ESSSCAN), contó con un total de tres ponencias dedicadas a los tumores cerebrales en edades tempranas. El acto tuvo como objetivo central la actualización del conocimiento en oncología y hematología pediátrica en las Islas.
El rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón, acompañado por el codirector de la cita, Antonio Molinés, y la directora del ESSSCAN , Sinesia Medina, fueron los encargados de realizar la presentación. Entre otros aspectos, Martinón aseguró que no será la última edición de este ciclo, mientras que Molinés defendió que «el cáncer infantil es uno de los campos en los que han obtenido mayores logros en materia de curación», sin embargo, añadió que todavía «tienen mucho trabajo pendiente en el ámbito de la rehabilitación».
Melwani: «En Canarias se diagnostican al año entre 10 y 12 casos de cánceres pediátricos»
Otro de los organizadores de estas jornadas, el doctor Sergio Expósito, dio paso a la primera conferencia de la tarde llevada a cabo por el facultativo responsable del Área de Oncología Pediátrica en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, Kishore Melwani. La charla tuvo como título Generalidades de los tumores en el Sistema Nervioso Central.
En primer lugar, Melwani explicó la diferencia entre un tumor primario y uno secundario en el Sistema Nervioso Central (SNC). «Los primeros se definen como un crecimiento desordenado de las células del cerebro y la médula espinal, mientras que los secundarios son metástasis que se producen en esa zona», enunció. Además, señaló que esta enfermedad tiene una tasa de incidencia del 2 % en adultos y del 25 % en niños y que, concretamente, en Canarias se diagnostican únicamente entre diez y doce casos al año.
«El porcentaje de curación de esta enfermedad es del 66%»
También expuso los factores de riesgo, entre los que destacan la genética y las inmunodeficiencias congénitas, es decir las enfermedades que se manifiestan desde el nacimiento. En este sentido, expresó que este tumor tiene altas probabilidades de curación si se detecta en una fase temprana, grado I, pero, por el contrario, si se descubre en una etapa avanzada, grado IV, las opciones de recuperación son prácticamente nulas. «En general, el porcentaje de curación de esta enfermedad es del 66 %», admitió.
Para finalizar su intervención, el oncólogo comentó las distintas secuelas que puede provocar esta dolencia en los niños. Las separó en tres grupos: orgánicas, entre las que se encuentran los déficits neurológicos de variable intensidad, es decir una anomalía funcional en una parte de nuestro cuerpo; sensoriales como los trastornos visuales o auditivos; y neurocognitivas, que son los trastornos del aprendizaje, déficit de memoria, la dislexia, la inadaptación social o el aumento del índice de marginalidad y delincuencia en la edad adulta.
Tras el término de la primera ponencia, llegó el turno del doctor Jorge Gómez Sirvent, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, con la charla Perfil clínico de los tumores cerebrales infantiles. En esta conferencia el profesional enumeró algunos de los síntomas que indican la presencia de un tumor en el cerebro.
El primero de ellos es el síndrome de hipertensión craneal, o lo que es lo mismo, el aumento del volumen craneal. En lactantes se denomina macrocefalia y consiste en el crecimiento del perímetro cefálico, debido a que no tienen el cerebro totalmente desarrollado. Entre los síntomas de esta dolencia encontramos los vómitos, la cefalea o la somnolencia.
Jorge Gómez Sirvent: «Las señales varían según la ubicación del cáncer»
«Otra de las señales que pueden ser indicativas es la parálisis del IV par, es decir la desviación de uno de los ojos hacia la nariz. Además, en tumores de bajo grado pueden darse convulsiones aunque estas son poco frecuentes», remarcó Sirvent.
Por otro lado, los situados en el eje hipotálamo-hipofisario pueden manifestarse mediante alteraciones hormonales como la diabetes o la pubertad precoz o, bien, con alteraciones en el comportamiento que se traducen en bajo rendimiento escolar, menor capacidad de concentración o un cuadro depresivo en adolescentes.
Por último, Gómez Sirvent ejemplificó algunos de los signos que más comunes, según la zona del cerebro en la que se encuentre. En el caso de que el tumor esté en el lóbulo central, «puede exteriorizarse con cefalea, vómitos, cambios de personalidad y la alteración del lenguaje y la memoria. En cambio, si se presenta en el parietal es frecuente que el paciente sufra cefalea, convulsiones, dificultad en el habla, alteración en la lectura o escritura, inconvenientes para orientar el cuerpo en espacio, así como problemas para reconocer las partes del cuerpo».
Asimismo, reseñó que en el occipital «se suele manifestar con una pérdida de visión lateral de campo visual, mientras que si se encuentra en el lóbulo temporal es frecuente que se produzcan convulsiones».
Hoy, a partir de las 16.00 horas, se hablará sobre la leucemia infantil
Después de un descanso de media hora, la directora asistencial del servicio de Oncología y Hematología del Hospital Sant Joan de Déu, Ofelia Cruz Martínez, fue la encargada de clausurar esta primera jornada con la Actualización en el Manejo en Tumores Cerebrales Pediátricos. En esta charla la doctora desgranó las diferentes técnicas que se llevan a cabo para sanar todas estas patologías.
Así, se dio por finalizado el primer día de este Seminario que durará hasta este viernes 11 de mayo. El próximo ciclo de conferencias será hoy martes 8, a partir de las 16.00 horas, y tendrá como temática principal la Leucemia infantil.