Ante esta irrupción que ha tenido su máximo esplendor en la última década la pregunta que se plantea es evidente: ¿qué posición ocupará el formato físico en el futuro de la música? Los CD están en la cuerda floja desde hace bastante tiempo, no es algo que resulte novedoso. La llegada de Internet dio pie a la piratería, algo que supuso que el número de ventas de los mismos descendiese de manera considerable. No obstante, en pleno auge de las descargas ilegales seguían existiendo grupos con álbumes que cosechaban un gran éxito en ese aspecto. Un ejemplo de ello es Extremoduro, quien en 2008 y sin promoción logró superar las 30 000 copias vendidas en tres semanas con La Ley Innata.

«El cambio en la forma de consumir la música ha hecho que los discos pierdan gran parte de su valor»

La verdadera caída de los discos llega a partir de 2010 con el cambio de los hábitos de consumo musical por parte del público. Los clientes empiezan a ver el contenido sonoro como una especie de fastfood. Los artistas se ven obligados a sacar canciones sueltas poco a poco para no quedarse fuera de las listas de los más escuchados, por lo que los proyectos largos comienzan a verse devaluados. Por si fuera poco, aparecen herramientas que hemos nombrado con anterioridad como Spotify que permiten escuchar un tema o álbum en cualquier dispositivo sin necesidad de tener el CD.

Ante este panorama, las cifras son demoledoras. En nuestro país se puede llegar al top 100 de los más vendidos con tan solo 47 unidades, tal y como publicó en un informe de 2018 la Asociación de Productores de Música en España. En dicho documento también se aprecia que algunas cifras han sido falseadas para tratar de hacer creer que se han comercializado más copias de las que en realidad son. A pesar de ello, todavía sigue existiendo un importante volumen de ventas tanto en artistas clásicos como en los más nuevos, aunque sus ingresos son mucho mayores a través de las plataformas digitales.

Dar una fecha estimada es algo bastante atrevido, pero considero que el formato físico quedará relegado a un plano residual en unos años. En la actualidad, hay personas que ni siquiera tienen un dispositivo en el que poder escuchar un disco. Los coches nuevos traen equipos de sonido bluetooth sin equipamiento para ellos. En muchas ocasiones los únicos que compran el álbum tangible son solo los coleccionistas y los más nostálgicos. Por ello, tarde o temprano, creo que el compact disc ocupará el mismo lugar que el vinilo.

Su primer contacto con el rap se produjo gracias a que su hermano le puso canciones y batallas de gallos desde muy pequeño. Uno de los primeros discos que escuchó fue 2005 de SFDK, con tan solo 7 años. Poco tiempo después empezó a escuchar otros raperos como ToteKing, Costa o Xcese, a los que cataloga como sus primeras influencias en el mundo de la música.

Crono$ considera que, por fin, Murcia está teniendo la valoración que se merece dentro del panorama musical. Destacan artistas como Piezas, Jaro y Sin H, Walls o Kaze que son capaces de llevar un gran número de personas a sus conciertos en todas partes de España. Sin embargo, sí que cree que todavía siguen existiendo músicos bastante infravalorados, pero no dista de lo que ocurre en otras comunidades autónomas.

«Soy un artista versátil, pero disfruto mucho cuando rapeo sobre bases de trap porque descubro cosas nuevas»

En la música actual, se está perdiendo la costumbre de publicar trabajos largos y es más común soltar canciones sueltas poco a poco. Aún así, el murciano tiene en mente desde hace tiempo la idea de publicar un disco que podría ver la luz en 2021. No obstante, cree que es algo que todavía se debe meditar, ya que compagina con ello su carrera universitaria y puede verse sin el tiempo que requiere hacer un CD. Además, el coste económico de llevar a cabo el proyecto es elevado.

Sus canciones se caracterizan por la variedad de sonidos y estilos tanto en las instrumentales como a la hora de rapear, por lo que se define como un artista polivalente. Donde más cómodo se encuentra es sobre una base de trap, ya que no necesita darle tantas vueltas a las letras y disfruta más al aprender cosas nuevas. Sin embargo, a los temas de boombap les guarda más cariño por el cuidado lírico que tienen y porque narran sus sentimientos en algunas etapas de su vida.

Con respecto a las colaboraciones, el rapero está preparando algo con artistas como Paul Paradox, Walls o Félix Esteban. Otros nombres que ha dado son Dani y Chase, con los que también hay proyectos entre manos. Además, está inmerso en un remix de una de sus canciones con varios músicos, aunque «los nombres todavía se deben mantener en el anonimato». Destaca que le gustaría participar en temas con gente de otros géneros musicales para salir de su zona de confort.

«No me planteo el dedicarme de forma profesional a la improvisación, mi prioridad es mi carrera musical»

Al estar más centrado en la música, el mundo del freestyle ha pasado a un segundo plano para él. Aunque sigue disfrutando de la improvisación tanto en solitario como con sus amigos, descarta dedicarse profesionalmente a ello y buscar el ascenso a la FMS. La Red Bull Batalla de los Gallos ha sido una de las experiencias más gratificantes que ha tenido en su carrera como rapero y le ha permitido conocer a grandes amigos como Force, Mnak o Gazir. Por ello, es muy probable que vuelva a participar en la competición.

Su objetivo a corto plazo es seguir publicando videoclips en su canal de YouTube y en Spotify. En unas semanas sacará una canción bajo el nombre de Buto. Antes de verano también verán la luz proyectos con otros artistas y en solitario. Con vistas al futuro, la idea es hacer una gira de conciertos a finales de año o inicios de 2021. Las ciudades confirmadas hasta el momento son Madrid, Barcelona, Valencia y León, aunque su propósito es cerrar más fechas en otras partes del país.

La carrera musical de Delaossa siempre ha estado ligada a Space Hammu, colectivo de hiphop que formó junto a su amigo Raggio en verano de 2015. A partir de ese momento, el rap se convirtió en una prioridad para él y empezó a subir temas con bastante frecuencia. Poco a poco, tanto él como el resto de los miembros de su grupo fueron ganando relevancia en el mundo de la música urbana. No obstante, el verdadero éxito llega en 2019 al publicar Un perro andaluz, su primer disco de estudio, que supuso su consolidación como uno de los mejores raperos del país.

Tras la salida del álbum, comenzó una gira en la que visitó muchas ciudades españolas. En los últimos meses ha subido varios inéditos y colaboraciones con artistas como Santa Fe Klan o Akapellah. En febrero de 2020 publicó Aleluya, el primer adelanto de la mixtape que saldrá en unos días. La Tour Liffee tendrá diversidad de sonidos y estilos gracias a la variedad de productores que participarán en ella, entre los que destacan nombres como J Moods o Gese Da O.

Los inicios de Natos y Waor en la música se remontan al 2011, año en el que los raperos publicaron la maqueta Por la jeta que cosechó un gran éxito en redes sociales. Pocos meses después, decidieron juntarse con Cool para sacar Hijos de la ruina. El proyecto resultó ser un éxito rotundo y poco a poco empezaron a dar conciertos por todas las ciudades del país. En 2015 llega su consolidación como grupo referencia en el panorama musical tras publicar su primer disco de estudio, Martes 13, que contó con colaboraciones de la talla de Suite Soprano o Costa.

Su último trabajo se remonta a febrero de 2018, fecha en la que se publica Cicatrices, álbum que cuenta con canciones que superan los 30 millones de visitas tanto en YouTube como en Spotify. No obstante, en los últimos meses han subido temas inéditos y se les ha visto participando con músicos como Juancho Marqués. Para este 2020 tenían anunciados conciertos tanto en salas como en festivales, pero han quedado todos aplazados hasta nuevo aviso debido a la crisis sanitaria del coronavirus.

Easy está considerado como uno de los artistas revelación de la escena hiphop española en los últimos años. En septiembre de 2018 publicó 777 junto a Delaossa, canción que actualmente suma más de dos millones de visualizaciones en el canal de Space Hammu. Tan solo un mes después salió a la luz Puro, su tema en solitario que más repercusión ha generado hasta la fecha, con casi millón y medio de visitas. Al igual que para el resto de miembros de su grupo, 2019 fue su año de consagración en la música. Uno de sus trabajos más reconocidos es Brindis, colaboración que grabó en octubre junto al conocido rapero ToteKing.

Countach 93 tendrá diversidad de estilos y formas de rapear. Las temáticas de sus letras serán muy distintas, tratando asuntos como sus reflexiones y sentimientos más profundos u otras simplemente centradas en el flow y el característico egotrip del género musical. Esa pluralidad sonora se conseguirá gracias a la variedad de productores que habrá en el álbum, entre los que destacan nombres como Sweet Home o Gese da O. Además, contará con la colaboración del tinerfeño OG Gara en una de sus canciones.

Su andadura en la música comenzó a finales de los 90 con el grupo La Alta Escuela. Poco después, empezó su carrera en solitario con la publicación de las primeras maquetas. En 2002 consigue relevancia en el mundo del hiphop tras salir a la luz Tu madre es una foca, disco que realizó junto a su hermano Shotta y que les llevó a tocar por distintos puntos del país. No obstante, el éxito real de ToteKing llegó en 2006 con Un tipo cualquiera, valorado por los críticos como uno de los mejores álbumes de la historia del rap español. En los años posteriores siguió sacando discos tanto él solo como con su hermano, con el que publicó Héroe en 2012.

Su adaptación a los nuevos tiempos de la música urbana ha resultado clave para que siga siendo uno de los grandes referentes del género. En 2018 salió su último trabajo hasta la fecha, LeBron, considerado por muchos de sus seguidores como el mejor álbum de su carrera. En él, se aprecia una madurez personal y artística, tratando temas tan personales como la muerte de su padre en Mi colega o la ansiedad que le provoca su oficio en Bartleby and co. Sus discos siempre han contado con colaboraciones de otros artistas, entre los que destacan Juaninacka o el propio Shotta.

Han pasado más diez años desde que diste tus primeros pasos en el rap. ¿En qué ha cambiado el Wos de aquellos días con respecto al de ahora? «Supongo que aquel Wos era bastante más inmaduro e impulsivo. No se ve igual la vida con 17 que con 27. Aún así, estoy orgulloso de conservar las mismas ganas que aquel chiquillo».

Para muchos eres, actualmente, el mejor rapero de Canarias. ¿Es una presión añadida a la hora de publicar canciones nuevas? «Valoro mucho la opinión de la gente que piensa así, pero no puedo dejar que eso me condicione y menos a estos niveles. Yo sigo currando cuarenta horas semanales por necesidad en algo que nada tiene que ver con la música, no voy a permitirme dejar de ser completamente libre en algo tan personal por el qué dirán».

«El primer acercamiento que tuve con el hiphop fue gracias a Eminem»

¿Quiénes han sido tus principales referentes en el rap? «El primero con el que flipé fue con Eminem, pero pasó bastante tiempo hasta que me volví a interesar por el género. En castellano, te diría que Buda (Canarias) y Piezas (Murcia) me marcaron muchísimo cuando empecé con todo esto. Creo que gracias a ellos valoro y cuido tanto la manera de expresarme en mis canciones».

Has colaborado con raperos de relevancia nacional como Foyone, Raggio anunció hace unos días por Instagram que próximamente iba a salir a la luz una colaboración contigo… ¿Crees que el rap canario comienza a ser muy valorado fuera de las Islas? «Cada vez hay menos barreras, ya llevamos mucho viéndolo. Es verdad que hay muchos canarios sonando en la Península o en Latinoamérica y eso es puro orgullo, pero muy pocos o casi ninguno ha podido hacerlo desde aquí directamente. Ese debería ser el próximo objetivo y el que intento defender».

¿Con qué artista con el que no hayas trabajado te gustaría hacer un tema? «Cada vez me cuesta más responder a estas preguntas… No puedo colaborar con alguien que no sé qué tipo de persona es previamente, me he llevado palos con eso y, tristemente, este es un mundo de muchas caretas».

«Hay nuevas generaciones que se centran más en la imagen que en el contenido musical»

Hoy en día, ¿piensas que se valora más lo audiovisual que lo puramente musical en la industria? «Hace tiempo que es así. Da pena para el que valora la música, pero están creciendo generaciones sin amor por ella, preocupados solo por la imagen. Eso sí, o te adaptas o te mueres. Por un lado, está bien porque nos exigimos en todo lo que hacemos. Detrás de un tema hay un millón de cosas a tener en cuenta, ya no se trata solo de que suene bien».

¿Tienes la ilusión de vivir únicamente de la música en un futuro? «Sí, aunque a estas alturas está dañada. Siendo honesto, cada vez lo veo más lejos, pero me prometí que mientras pueda permitírmelo voy a seguir intentándolo. Ya tendré ocasión de lamentarme cuando me sea imposible hacer música, pero dudo que lo haga. Aunque no consiga vivir de ello, me ha dado muchísimas alegrías que no cambio por nada».

¿Qué proyectos tienes para este año? «Tras tantos años de inéditos y maquetas, voy a sacar mi primer disco. Me conformo con que salga de la mejor forma posible y poder presentarlo en directos como es debido. Además, seguirán saliendo temas sueltos y colaboraciones, sin olvidarme del disco de mi hermano Jay y los temas de Viera en los que estoy y seguiré trabajando».

A pesar de que, tal y como reza Marte, «Space Hammu somos todos los niños del barrio», el colectivo está formado por cinco raperos: Delaossa, Raggio, Saske, Carrión y Easy-S. Al mando de la nave, detrás de los platos, se encuentra J. Moods, uno de los DJ´s  que en mejor forma se encuentra en la actualidad. Lo que más destaca de este grupo de amigos y artistas es la variedad de contenido, ya que cada uno de los raperos que lo conforman tiene su propio estilo y su flow característico. El nexo de unión entre ellos es el mantenimiento de la marca del hiphop old school, pero sin olvidarse de la adaptación a los sonidos actuales que lideran la escena de la música urbana.

Sus letras están marcadas siempre por el componente del orgullo de clase, sin olvidar sus orígenes humildes a pesar de ser, quizás, el colectivo que se sitúa en boca de más personas en la actualidad. Su crecimiento a lo largo del 2019 ha propiciado que el nombre de miembros de Space Hammurabi se encuentre en carteles de prestigiosos festivales, como puede ser el Madrid Salvaje o el Viña Rock, además de llenar salas por todo el territorio nacional.

Para los más escépticos (entre los que me incluyo) era casi imposible recuperar la ilusión perdida por los sonidos de antaño. La nueva oleada, marcada por la preferencia de la musicalidad por delante del contenido de las letras, hacía que fuese muy improbable el nacimiento de un grupo de artistas que consiguiese llegar a cifras millonarias haciendo rap clásico. Sin embargo, Space Hammu ha logrado derribar todas las barreras y hacerse un hueco en lo más alto respetando los códigos de dicho género musical.

A día de hoy, se puede afirmar sin miedo a equivocación que los malagueños son una absoluta referencia en el panorama. Lo que empezó como unos amigos que se reunían para hacer freestyle y pasar las horas en la plaza acabó convirtiéndose en un trozo de la historia del sonido del bombo y la caja.

Valira nació en enero de 2019 en Valencia de la mano de Juan Zanza, guitarrista de La Raíz, tras el parón indefinido de la banda en noviembre de 2018. En esta ocasión, el valenciano actúa como vocalista en lugar de estar a los mandos de las cuerdas. Junto a él se embarcaron en la aventura varios músicos de la talla de Felipe Torres (compañero suyo como batería en La Raíz), Carlos Benavent (bajista) o Gabi Pellicer (guitarrista). Solo dos meses después, en marzo, sale a la luz Ecos de aventura, primer álbum de la banda. El trabajo fue acogido por el público de forma muy positiva, pues ya cuenta con más de 100.000 visitas en su canal de YouTube y 70.000 oyentes mensuales en Spotify.

Sus conciertos también se han saldado con éxito. A lo largo del año, visitaron varias ciudades españolas e, incluso, agotaron las entradas en Madrid y Valencia. Además, tocaron en festivales de gran relevancia nacional como el Viña Rock. Para este 2020 ya están cerradas varias fechas y hay otras tantas por confirmar que, de momento, no se sabe si se verán alteradas por la crisis sanitaria del coronavirus. Hoy domingo, sus fieles podrán disfrutar de temas como Guerra Fría o El capitán, clásicos que nunca faltan en sus directos.

ZPU comenzó su carrera como MC en el grupo Magnatiz en 1997 con la maqueta Las rimas benditas escritas. Con ellos logró hacerse un hueco en el panorama nacional del rap tras publicar dos discos de estudio. No obstante, el reconocimiento real llega a partir de 2006, cuando lanza su primer álbum en solitario llamado Hombre de oro. Tan solo dos años después sale a la luz Contradicziones, editado por Zona Bruta, uno de los sellos discográficos de mayor relevancia en la historia hip-hop español. Este trabajo supone su consolidación como uno de los grandes referentes del género musical.

En 2010 salió a la luz He tenido un sueño, considerado por expertos como el mejor disco de rap del año. A pesar del éxito cosechado en el ámbito musical, en 2016 se inicia en el mundo de la escritura de libros con Los versos que nunca fueron canción. Debido a la positiva acogida de la obra por parte de sus seguidores, en 2018 publicó Marcar como no leído, un poemario en el que narra los problemas que ha sufrido durante gran parte de su vida.

Finalmente, en este 2020 ha anunciado su vuelta a los escenarios para estrenar Quiebro. Su directo en la Isla contará con la presencia de las nuevas canciones, pero también estarán algunos clásicos como Mi mejor amigo, El silencio de dios o Camino solo.

Los Chikos del Maíz comenzaron su andadura en 2005 con la maqueta Miedo y asco en Valencia. Sus letras sarcásticas y políticas irrumpieron con fuerza en el panorama hip-hop español. En 2007, tras la publicación de su segunda maqueta A D10S le pido, empezaron a dar conciertos por distintas partes del territorio nacional. No obstante, su verdadero golpe de efecto llega en 2011 con Pasión de talibanes, su primer disco de estudio con el sello discográfico BOA Music. Con este álbum consiguieron girar por toda España, algunos países de América Latina y tocar en festivales como el Viña Rock.

La estanquera de Saigón, publicado en 2014, supone la consolidación definitiva. El grupo realizó una exitosa gira que se prolongó durante casi dos años. En 2016 deciden tomar un descanso temporal como formación para trabajar en sus proyectos paralelos. Finalmente, tras tres años de inactividad como formación, anunciaron por redes sociales su regreso a los escenarios y al estudio de grabación en 2019.

Su directo en la isla contará con la presencia de sus nuevas canciones, pero no faltarán clásicos como Estilo Faluya, Pasión de talibanes o Paraísos artificiales para deleite de sus seguidores más fieles.

El público se entregó desde el primer momento y mostró su gran acogida a las canciones nuevas, especialmente con El gusto es mío. Los catalanes se acordaron de sus amigos de Despistaos e interpretaron Las cosas se me olvidan para deleite de los asistentes.

Poco después, Arnau Blanch hizo un discurso a favor de la empatía frente a los tiempos que corren. En unos minutos, criticó la situación política actual y la ausencia de personas que se pongan en la piel de los demás para entender sus sentimientos.

Desamortil, una de las canciones más reconocidas de la banda, hizo retumbar la sala del Aguere de principio a fin. Los jóvenes de la primera fila saltaron y gritaron a petición de los músicos como antes no lo habían hecho. El estribillo consiguió que todo el público cantase el tema y prácticamente no se escuchase a los artistas. La cumbre del concierto llegó en ese preciso instante.

Hay lugar para el espectáculo

Arnau Griso demostró que en sus directos también hay momentos de desconexión musical. Tras realizar un monólogo intentando hablar con palabras canarias, un joven subió al escenario para hacer un reto. Las opciones fueron tres: cantar una canción del grupo suplantando a Arnau Blanch, responder preguntas sobre ellos o hacer un concurso de twerk con Nico, guitarrista de la banda. Los seguidores eligieron la tercera opción y disfrutaron viendo la batalla de baile.

En la recta final del evento, los fans fueron los verdaderos protagonistas. Los barceloneses le dieron el micrófono a varios asistentes que empezaron a corear cánticos. «A por el bote, oe» y «chicharrero de corazón» sonaron con efusividad alrededor de todo el recinto. Arnau Blanch también bajó a cantar y bailar con ellos con total naturalidad.

En torno a las 23.30 horas, el grupo anunció que quedaba un tema para terminar el concierto. Los acordes sonaron y los espectadores enloquecieron. Es gratis, himno por excelencia de la banda, sonó durante cinco apasionantes minutos en el Aguere como si no hubiera un mañana. Al terminar la canción, los integrantes de Arnau Griso agradecieron el cariño de los tinerfeños y prometieron volver a las islas en próximas ocasiones.